Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie
en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los
hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público.
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que
por su palabrería serán oídos.
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué
cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Mateo 6:5-8
Al orar, nos comunicamos con Dios, pero Dios pide una intimidad con
nosotros, que no sea una oración necia, que no sea una oración de hipócritas
como dice en el versículo 5 "Cuando ustedes oren, no sean como los
hipócritas...".
Jesús nos pide un dialogo sincero y honesto, quiere que abramos nuestros
corazones, y no hacer alarde de nuestra relación, por eso pide que estemos en
secreto con el Padre, porque ahí nos promete que nos recompensará (Versículo
6).
Jesús también nos enseña en que no debemos usar repeticiones sin sentido,
Dios no escucha las palabrerías, por eso nos pide que cuando oremos, lo hagamos
a solas con Él, con honestidad y sinceridad. Sin ninguna burocracia. Jesús nos
unió nuevamente al Padre. Debemos hablar con Dios como si lo hiciéramos con
nuestro padre para salir de alguna duda y escuchar de su experiencia con
problemas semejantes. Dios anhela que entendamos que Él es nuestro Padre, y
como buen Padre, Él ya sabe lo que necesitamos antes mismo de que nosotros
pidamos.
Hablemos más con Dios, oremos en lo secreto, Él nos está esperando.