martes, 29 de junio de 2010

DIJIMOS QUE ESTABA BIEN…

A veces da la impresión de que los rostros de la multitud se hacen mil preguntas. Hay una tristeza profunda en sus miradas. Como si toda la sociedad al unísono se preguntara "¿Hacia dónde vamos?… ¿Que nos estamos haciendo?" Claro que sin comprender, porque el hombre sin Dios es un "ciego espiritual", afirma La Biblia. Pero más triste es aún que sociedades llamadas "cristianas" nieguen los principios que dicen creer. Defendamos con orgullo la palabra de verdad. Dios es Fiel. Siempre.

Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y Piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a Millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por Inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los Hijos, hasta la tercera y cuarta generación. (EXODO 34:6-7)

 

26 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro. (2 SAMUEL 22:26)

 

3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;

Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. (SALMO 98: 3)

6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;

El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. (SALMO 101:6)

9 El guarda los pies de sus santos, Más los impíos perecen en tinieblas; (1 SAMUEL 2:9)

 

2 Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades.

3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha Confiado. 4 Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los

Siglos. 5 Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la Humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. 6 La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de Los menesterosos. (ISAIAS 26:2-6)

 

9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de Pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena Obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la Potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre Que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de La potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos Redención por su sangre, el perdón de pecados. (COLOSENSES 1: 9-14)

 

11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo Sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación Gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para Redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. (TITO 2:11-14)

 

JESÚS ES LA VERDAD

Esa tarde yo no podía creer lo que oía por el teléfono: "¡María Elena, qué paz siento después de esta experiencia! Me acordé mucho de vos y pude comprender lo que es la espiritualidad…" ¿Qué había sucedido con mi colega y amiga? Yo sabía que no había ido a un "retiro espiritual evangélico", ni a una campaña de evangelización, ni siquiera había concurrido a una reunión casera o leída la Biblia. ¿A qué experiencia aludía? ¿De qué paz, perdón y espiritualidad me hablaba?

A medida que ella me contaba, mi asombro iba en aumento. Había estado por una semana alejada en una especie de retiro espiritual, sólo que no lo organizaba ningún grupo religioso, sino un grupo de profesionales que denominaba la experiencia algo así como Encuentro de la CUATRINIDAD (mi mente voló a Trinidad, pero no, era CUATRINIDAD) Sintéticamente, la experiencia consistió en una especie de armonización del cuerpo, mente, emociones y espíritu (de aquí, CUATRINIDAD).

Evidentemente en mi amiga la vivencia fue muy eficaz. No usó la palabra "CONVERSIÓN", pero su descripción me remitió a ella. Reconsideración del pasado, perdón a los padres, auto perdón, obtener paz y liberación de opresiones interiores, contacto con el "ser supremo" a fin de vivir en forma plena, libre, sin restricciones, con amplitud de horizontes. Obviamente, las ideas de pecado, arrepentimiento, confesión…estaban ausentes.

Mientras ella me contaba, yo no sabía si alegrarme o entristecerme por su bienestar recientemente obtenido. Una mezcla de sentimientos me invadió. Traté de explicarle lo que tantas veces habíamos hablado: del evangelio de Jesucristo y su anticipación en el Antiguo Testamento (YA QUE ELLA ES JUDÍA), que los principios terapéuticos que a ella le enseñaron son los principios que el Padre Celestial proveyó a través de Su propia persona y la de Jesucristo y el Espíritu Santo… Fue inútil. Ella estaba tan contenta con la paz y el camino encontrados que no estaba muy dispuesta a discernir de qué fuentes provenían las "luces" halladas. Nos debemos aún una charla profunda y esclarecedora.

Pero fue una sacudida para mí. La iglesia al final del milenio… ¿Cuál es su mensaje? ¿Es pertinente? ¿Es distintivo? ¿Es dinamita de Dios? A veces parece que el mensaje de la iglesia de nuestros días se ha quedado en el tiempo. Paz, perdón, aceptación, felicidad, realizaciones, hermandad… también son palabras frecuentemente escuchadas en "otros mensajes". Libros de autoayuda, técnicas psicoterapéuticas, programas en los medios masivos de comunicación, literatura de todo tipo, propuestos de negocios, terapéuticos o simplemente de compañerismo, incluyen estos conceptos que antes sólo nos parecían del dominio evangélico o bíblico. Antes, nuestro "VOCABULARIO CRISTIANO EVANGÉLICO" nos distinguía. Hoy, ya ni eso.

"El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir". Este texto nunca tuvo tanta fuerza para mí como en estos días. Veo la acción de Satanás al "robar" principios de Dios, que luego son distorsionados, rebajados, diluidos y vendidos sin escrúpulos a la gente sedienta en su espíritu, que compra sin más esta mercadería barata y sin compromiso.

Uno de los tantos exponentes de esta neo espiritualidad es la americana Louise L. Hay, una de las figuras más conocidas de la Nueva Era. Recorriendo algunos de sus libros de autoayuda, 1, 2, best sellers en Estados Unidos y de gran difusión en nuestro país, uno puede encontrarse con conceptos tales como: libertad, amor, creer, auto aceptación, perdón, merecimiento, poder, cambio, salud, paz, futuro, nueva vida… Propuestas de una vida mejor, más saludable y satisfactoria. ¿Y qué? ¿Acaso Dios no quiere para sus criaturas todo esto? ¿No es lo mismo que nosotros transmitimos al hablar del evangelio de Jesucristo? ¿Dónde está el robo, el engaño y la destrucción de Satanás en todo esto?

Recorriendo los libros de L. Hay podemos descubrirlo. Dios quiere que probemos los espíritus, ya que no toda "espiritualidad" proviene de Dios (1º Juan 4:1), y que podamos discernir espiritualmente (1º Cor. 2:9 16), para no ser engañados "por medio de filosofías y huecas sutilezas" (Colos. 2:8). Veamos algunos de sus textos, comparándolos con los de nuestra fuente, la Palabra de Dios.

LA AUTORIDAD

En primer lugar, examinemos su autoridad. Otra autora se refiere a ella en estos términos: "En la escuela de la vida no hay maestro más amante, dulce y capaz que Louise L. Hay". Jesús mismo nos advierte: "Uno es vuestro Maestro, el Cristo… ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo" (Mateo 23:8, 10).

LA FUENTE DE PODER

"Sólo nosotros podemos hacernos felices. Sólo nosotros podemos pensar aquello que nos dé paz y alegría. Jamás confieras tu poder a otra persona ni a ninguna otra fuente exterior. Hazte feliz a ti mismo, y todo lo que es bueno fluirá hacia ti en abundancia. Tú eres el poder y la autoridad en tu mundo".

Para el cristiano, por el contrario, la fuente de poder está fuera de él mismo, muy segura y firme: en Dios mismo. "Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes (suficientes) por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios" (2º Cor. 3:4 y 5). "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros"(2º Cor.4:7).

Cuando reconocemos nuestras propias debilidades y limitaciones es que hacemos posible que Su poder se manifieste en nosotros (2º Cor.12:9 y 10; Efesios 6:10; 3:10). Y también reconocemos que toda abundancia de bondad en nuestras vidas proviene del Padre Celestial y no de nosotros mismos (Santiago 1:16, 17; Romanos 8:32).

EL AMOR Y LA LIBERTAD

"Busca tu propio oro, crea tu propia buena salud, llena tu vida de amor, encuentra tu propia libertad. Eres digno de ello; te lo mereces, y yo te ayudaré. Estás en la senda de la iluminación interior. En la medida en que te vayas liberando, ayudarás a salvar el planeta". "Independientemente de lo que parezca ser el problema, siempre centro mi trabajo en una única cosa y es amarse a sí mismo. El amor es la cura milagrosa; si nos amamos, aparecen los milagros en nuestra vida".

El amor y la libertad son valores sumamente apreciados por el ser humano ya que son inherentes a su misma esencia. Amarse a sí mismo y ser libre es parte del diseño original de Dios para el hombre, y su resultado es salud integral. Entonces, ¿dónde está el engaño? Nuevamente, la diferencia consiste en que para el creyente en Dios, el amor y la libertad no pueden provenir de sí mismo, sino de descentrarse y encontrar en Dios sus más íntimos anhelos y necesidades fundamentales. Walter Trobisch lo expresa así: "Los filósofos y los psicólogos pueden fácilmente describir y explicar este círculo vicioso (de no poder amarnos porque no hemos sido amados), pero no pueden ayudarnos a romperlo. No puede ser roto desde adentro. Debe ser quebrado desde afuera. Jesucristo es el poder externo que rompe el círculo vicioso. Ahora tenemos algo sólido sobre lo cual pisar.

Jesucristo es el único que nos acepta tal como somos, plena e incondicionalmente, y por lo tanto hace posible que nos aceptemos a nosotros mismos y que nos aceptemos mutuamente".3 "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados… Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios y Dios en él" (1º Juan 4:10, 16). "Así que si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36). "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis sujetos al yugo de esclavitud" (Gálatas 5:1).

En las palabras de John Stott: "La verdadera libertad es libertad de ser uno mismo, siendo lo que uno es por naturaleza o lo que debiera ser. Es libertad de ser lo que Dios quiso que seamos, aquello para lo cual nos hizo… La libertad humana no es la libertad de toda restricción para que hagamos lo que nos da la gana y cuando nos da la gana.

Es libertad de todas aquellas restricciones que nos impiden ser nosotros mismos como Dios quiso que fuésemos". "Para eso estamos hechos: para el amor. Y el amor significa dar y servir. Cuando comprendemos esto llegamos inmediatamente a la más grande y maravillosa de las paradojas cristianas. La voy a expresar en tres proposiciones simples. La primera, es la libertad para ser nosotros mismos como Dios nos hizo y quiso que seamos. La segunda es que Dios nos hizo para el amor y amar no es vivir para sí mismo sino para Dios y para los demás. Al juntar estas dos primeras sale la tercera: a fin de encontrarnos tenemos que negarnos a nosotros mismos. A fin de hallarnos tenemos que perdernos. A fin de vivir verdaderamente tenemos que morir".

EL CONTROL DE LA MENTE Y EL PROBLEMA DE LA VERDAD

Louise L. Hay cree en el poder de las afirmaciones positivas. Por lo tanto, hay que repetir una especie de "oración" auto afirmativa a fin de cambiar las creencias erróneas que son motivo de enfermedad. "En mi mente gozo de una libertad total. Penetro ahora en un nuevo espacio de conciencia, donde estoy dispuesto a verme a mí mismo de una manera diferente. Estoy dispuesto a crear ideas nuevas respecto de mí mismo y de mi vida. Mi nueva manera de pensar se expresa en experiencias nuevas. Me veo a mí mismo bajo una nueva luz. Cualquier cosa que yo decida creer, llega a ser verdad para mí". "Recuerde: ¡En su mente no piensa nadie más que usted! ¡Usted es el poder y la autoridad en su mundo! Es usted quien controla su mente. Usted la usa. Usted puede dejar de tener esas viejas ideas. Y usted se sentirá espléndidamente al darse cuenta de que no es una víctima impotente de sus propios pensamientos, sino el señor de su propia mente".

Estoy convencida de que una de las mejores armas de Satanás para confundir al hombre es proponerle una sutil mezcla de verdades y mentiras, en proporciones variables según el caso. Por una parte, es cierto que aquello que creemos se transforma en verdadero para nosotros, en el sentido de ser eficaz, de producir resultados concretos. Por ejemplo, si me creo incapaz para alguna tarea, a pesar de no serlo en realidad, me conduciré como si realmente lo fuera. También es cierto que es posible para el hombre cambiar ciertos hábitos de pensamiento o corregir distorsiones de los esquemas cognitivos. En este sentido, tenemos poder o posibilidad para hacerlo; depende de nuestra voluntad. De hecho, Dios nos manda a pensar de modos correctos o agradables a Él (Filip.4:8).

¿Dónde está entonces la diferencia? En que el cristiano no puede ser dueño de la verdad ni su garante. Cristo es la Verdad (Juan 14:6), y esta Verdad no humana ilumina nuestra mente (1º Cor.2:16; Juan 16:13), y aquí está la fuente de nuestro nuevo modo de pensar, que producirá sí, cambios concretos en las actitudes y conductas. "No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo que es perfecto" (Romanos 12:2 V.P.).

PROCESO DE CAMBIO.

La autoafirmación que lo hace posible: "Creo en mi propio poder para cambiar" "Cuando aceptes realmente estas ideas y las hagas parte de tu sistema de creencias, te volverás "poderoso", podrás cambiar y los problemas se resolverán por sí solos. No creo que para cambiar interiormente haya que "trabajar", ni tampoco que el proceso tenga que ser difícil ni doloroso".

Nosotros coincidimos en que la persona debe sentir la necesidad de cambio, pero la propuesta cristiana es diametralmente opuesta: "Permaneced en mí, y yo en vosotros…porque separados de mí nada podéis hacer" (Juan 15:4, 5). Y este proceso, lejos de ser fácil, implica dolor, renuncia, muerte (Lucas 9:23;Romanos 6:6; Gálatas 2:20; Colos.3:3).

Además, el cambio para el cristiano no es a su propia medida y antojo, sino que tiene un modelo trazado: "la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13). El verdadero cambio comienza en el espíritu del hombre y de aquí, irradia a todo su ser. "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2º Cor.5:17).

Habría muchos otros paralelismos posibles para hacer, pero en todos ellos veríamos lo mismo: Satanás ha robado las verdades de Dios y se las ofrece al hombre desnaturalizadas y, en definitiva, intentando lo de siempre: alejando al ser humano de su Creador, haciéndole creer que puede ser independiente, autosuficiente y poderoso por sí mismo.

Los criterios de salud para el hombre han sido descontextualizados de sus verdaderos orígenes: el Dios de la Biblia. Se lo ha desplazado del centro y el hombre ocupó ese lugar. Simultáneamente, conceptos centrales para entender la verdadera problemática humana, tales como: pecado, fe, arrepentimiento, confesión, han desaparecido del "mensaje espiritual" actual. Sabemos que esto también forma parte del engaño de Satanás, que en los últimos tiempos se hará más notorio (1º Tim.4:1; Mateo 24:4).

Es un desafío para los hijos de Dios tomar conciencia del mundo en que nos toca vivir y discernir los "mensajes" (no sólo los de L. Hay, ya que ella solamente es una representante), atreviéndonos a proclamar con más fuerza el verdadero mensaje de Jesucristo, el único que puede reconciliar al hombre con Dios, consigo mismo y el prójimo. Dios quiere para el hombre bienestar, salud y paz, pero hay un sólo camino establecido: Jesucristo (Lucas 4:17 21; 1º Tim.2:13 15). Ayudemos a nuestro mundo a volver a Él.

"Antes bien renunciando a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la Palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad… Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios… Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo…" (2º Cor., 4:2 7)

domingo, 27 de junio de 2010

COMO UN CÁNTARO

Por: ESTER OTERO DE TEJERINA / EDUARDO RODRIGUEZ

Señor, quisiera estar tan llena de ti, como un cántaro en el fondo del mar, está lleno de mar.

Señor, que tu Espíritu sea la substancia en que mi ser entero se sumerja, para que por dentro y por fuera, de este ser, que tú sabes que soy, se modifique la forma de vivir de tal manera, que se pueda olvidar lo que yo fuera. Yo creo que el contacto de esta agua trae poder a la carne que salvaste. Más que el sello de eterna garantía, más que una constancia, ¡quiero vida! Esa vida abundante que a los tuyos, tú mismo prometiste. Si eso es bautizarse pues: ¡bautízame!

En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo:

Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el

Profeta Isaías, cuando dijo:

 

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas. (Mateo 3: 1-3)

Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le

Oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió:

Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús,

Después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al

Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos,

Que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. (Mateo 3: 13-17)

sábado, 26 de junio de 2010

QUE HACER CUANDO NECESITES PACIENCIA

En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios. Gálatas 5:22 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

Pero los que confían en el Señor

Renovarán sus fuerzas;

Volarán como las águilas:

Correrán y no se fatigarán,

Caminarán y no se cansarán.

Isaías 40:31 (Nueva Versión Internacional)

Por eso me armo de valor,

Y me digo a mí mismo:

"Pon tu confianza en Dios.

¡Sí, pon tu confianza en él!"

Salmos 27:14 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

Bueno es esperar calladamente

A que el Señor venga a *salvarnos.

Lamentaciones 3:26 (Nueva Versión Internacional)

Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos,

Tenemos que esperarlo con paciencia.

Romanos 8:25 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

No queremos que se vuelvan perezosos. Más bien, sin dudar

Ni un instante sigan el ejemplo de los que confían en Dios,

Porque así recibirán lo que Dios les ha prometido.

Hebreos 6:12 (Biblia en Lenguaje Sencillo)

LA TRIBU DE GAD

La historia del pueblo de Israel bajo el liderazgo de Moisés, quien fue escogido por Dios para liberarlos de la opresión de Faraón en Egipto, trajo al protagonismo a un hombre llamado Josué, quién fue escogido por Dios para terminar la tarea encomendada a Moisés. Dios había prometido a Moisés entregarle la tierra Canaán, al pueblo de Israel para que habitase en ella, pero cuando Moisés muere esta tarea le es encomendada para ser llevada a término a este joven Josué. Eran doce las tribus de Israel: Judá, Simeón, Benjamín, Dan, Efraín, Neftalí, Manasés, Isacar, Zabulón, Rubén, Aser y finalmente la tribu de Gad.

El mandato de Dios era que estas doce tribus cruzaran el Jordán para poder tomar la tierra de Canaán que Dios les había prometido, pero la tribu de Gad, junto a la tribu de Rubén y media tribu de Manasés, deciden no cruzar junto al resto de las tribus, esto no agradó a Josué, pero decidido continúa llevando a cabo la asignación encomendada por Dios... (Números 32: 31)

"Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos. Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será a este lado del Jordán".

La historia del pueblo de Israel bajo el liderazgo de Moisés, quien fue escogido por Dios para liberarlos de la opresión de Faraón en Egipto, trajo al protagonismo a un hombre llamado Josué, quién fue escogido por Dios para terminar la tarea encomendada a Moisés. Dios había prometido a Moisés entregarle la tierra Canaán, al pueblo de Israel para que habitase en ella, pero cuando Moisés muere esta tarea le es encomendada para ser llevada a término a este joven Josué.

Eran doce las tribus de Israel: Judá, Simeón, Benjamín, Dan, Efraín, Neftalí, Manasés, Isacar, Zabulón, Rubén, Aser y finalmente la tribu de Gad. El mandato de Dios era que estas doce tribus cruzaran el Jordán para poder tomar la tierra de Canaán que Dios les había prometido, pero la tribu de Gad, junto a la tribu de Rubén y media tribu de Manasés, deciden no cruzar junto al resto de las tribus, esto no agradó a Josué, pero decidido continúa llevando a cabo la asignación encomendada por Dios, y comienza a expiar la tierra, y descubre un hombre de guerra grande y poderoso y le pregunta a este hombre: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?, y este hombre contesta: De ninguno soy príncipe del ejercito de Jehová, y ordena a Josué quitar el calzado de sus pies ya que la tierra que pisaba era tierra santa, de similar manera Dios se aparece a Moisés a través de la zarza ardiente, con las mismas palabras, ahora ¿Qué trascendencia tenía esto?. En el texto en original hebreo no le pide Dios el calzado, sino que se quite un zapato, esto significa un pacto de redención, o la Ley del zapato de redención, en el libro de Ruth capítulo 4 está claramente representada esta ley, al Boz sacar su zapato para declarar y reclamar que todo lo que Noemí perdió cuando se fue de la tierra, debía recuperarlo, es decir, que este acto de quitar el zapato es para activar esta ley sobre la vida de estos hombres y al poner su pie descalzo sobre la tierra Se activa otra promesa en Josué 1:3 "Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.", es por esto que cuando llegues a una casa a llevar la bendición de Dios, de bes saber que cuando pones tu pies en un hogar se activan estos principios bíblicos, y debe ser restaurado a esa familia todo lo que el diablo le ha robado.

Estas tribus no querían entrar a la tierra prometida, Gad no quería tomar lo que Dios les estaba entregando, veo varias razones que podían intimidarles:

Debían tomar la tierra a través de guerras, pero es imposible tomar las promesas de Dios sin oposición, esta tribu no quería salir de su comodidad.

"Dios nunca te dará algo sin luchar, porque sólo así experimentarás el dulce sabor de la victoria"

Se acababa el maná, no habría nube en el cielo, se envejecerían las ropas, no vendrían las tórtolas, pero es imposible tenerlo todo fácil, debemos matar la ley de lo fácil y lo instantáneo, debemos trabajar para que Dios bendiga la obra de nuestras manos.

Moisés quedaría en esa tierra, La tribu de Gad se quedó enamorado de los milagros del pasado, de los milagros de los tiempos de Moisés, por esto es que no debes quedar aferrado a ningún tiempo que hayas vivido, Dios siempre trae cosas mejores y mayores. "Con Dios las cosas mejores siempre están por delante…" Esta tribu de Gad, junto a las otras tribus, (Josué 1: 15,16)

"Hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, la cual Moisés siervo de Jehová os ha dado, a este lado del Jordán hacia donde nace el sol; y entraréis en posesión de ella. Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes."

Josué Confronta a Gad y las otras tribus, debido a su decisión de no querer acompañarles a tomar la tierra al otro lado del Jordán, y acá está la lección más grande que la Iglesia del Señor debe aprender, Josué deja en claro a estas tribus que Dios les había dado el mandato a todos por lo cual, todos debían ir y pelear las guerras hasta haber heredado lo que se les había prometido, y hasta que todos tuviesen reposo, entonces sólo allí podrían volver y habitar donde ellos desearan,

La ley de todos Juntos, todos unánimes, debía ser activada, Jesús dijo que ningún reino prevalecería dividido, la Iglesia debe estar unida, nos necesitamos los unos a otros para lograr la meta de nuestro padre, los que no se comprometen nos perjudican, los que no se alinean al llamado, la unidad en el matrimonio, la unidad entre los líderes, hablamos lo mismo, soñamos los mismo, peleamos por lo mismo, y esa es la estrategia de Dios, no hay otra forma.

Silo donde se encontraba el Tabernáculo, era el centro de reunión donde se congregaban lo Israelitas para adorar a Dios, Tres veces por año debían congregarse obligatoriamente todos los varones mayores de 20 años, para las fiestas anuales, desde donde se encontrara la tribu, debían asistir a las fiestas que Dios había decretado. (Éxodo 23:17)

"Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor"

En total había 7 fiestas para Israel, pero tres de ellas eran las más importantes:

Fiesta de la Pascua: Se celebra la liberación del ángel de la muerte a través de la sangre del cordero, en los dinteles de las puertas.

Fiesta de los Tabernáculos: Esta era la fiesta del gozo, del regocijo, era una ley este día estar feliz, gozoso Esta fiesta era representativa por la construcción de chozas o enramadas, pero muy particulares, sin techo, porque el techo estaba representado por la nube que les cubría de día y el fuego que les calentaba de noche.

Fiesta de Pentecostés: Esta es la fiesta que se celebra el día 50 después de la pascua, y se recogían las cosechas, y el pueblo comenzaba a llevar al templo lo mejor de sus cosechas, para ofrendarle a Señor.

Estas fiestas representan algo hoy, cada vez que nos congregamos, la sangre del pacto nos protege, lo que Israel experimentaba una vez al año nosotros lo disfrutamos cada día, el perdón de pecados, la restauración, el gozo debe estar en nuestro corazón cuando estamos unidos, ya que nunca se manifestará en tu soledad en las casa, porque Dios ató estas manifestaciones sólo cuando el pueblo está unido, sólo así declaras que tu cobertura es la Jesucristo, la cabeza de su Iglesia, pero cuando tú no te congregas eres sólo un miembro del cuerpo, pero cuando estamos unidos somos el cuerpo de Cristo y sólo allí Él tiene cuerpo para posar su cabeza, y nos protege del frío, del calor, de todo ataque contra nuestros hijos, contra nuestro matrimonio, nuestra economía, en nuestra reuniones, debes traer lo mejor que tienes, si Dios te ha bendecido o esperas que Él lo haga, entonces tráele lo mejor de ti, tu mejor ofrenda, y siempre debe haber cosecha de almas,

¿Por qué el Espíritu Santo decidió venir en la fiesta de pentecostés?, porque era el día para recoger la cosecha, y se recogieron 3.000 almas para Cristo, en la ley en la fiesta de pentecostés que se celebró en el desierto mientras Moisés se encontraba recibiendo las tablas de la ley, encuentra al pueblo adorando al becerro, ese día Dios trajo plagas y castigos al pueblo y murieron 3.000 personas, pero en la Gracia, a través de Cristo, y del derramamiento del Espíritu Santo hemos pasado muerte a vida, así como en la ley mató y castigó a3.000 personas, hoy hay salvación ara la gente, los que merecían ser castigados, los que no merecían el perdón, a través de Cristo somos redimidos y limpiados, es por esto que cada domingo debe ser una fiesta de pentecostés donde tu traigas tu cosecha de almas, tus amigos, una familia, es por esto que la palabra dejó en claro nadie se presente con las manos vacías, usted no puede llegar sólo los domingos traiga su cosecha!

La tribu de Gad se quedó al otro lado del Jordán finalmente, pero cada fiesta debían ir a Jerusalén a adorar al Señor y demoraban de 10 a 12 días para llegar a esta ciudad, por lo que deciden establecer su propio altar, esta decisión casi provoca una guerra interna en Israel, Ya que el mandato de Dios era un sólo templo, un solo lugar de adoración. Gad se transformó en la tribu más lejana dejó de ir a adorar a Dios, esto representa a la gente que deja de congregarse, ya no llegan a adorar, no llegan a la unidad del cuerpo de Cristo, no llegan al gozo de estar juntos.

¿Conoces a alguno de ellos?

Años más tarde, un hombre maravilloso llamado Jesús, quién se sube en el mar de Galilea en una barca y cruza hacia una tierra llamada Gadara, donde vivían los Gadarenos, estos hombres de la tribu de Gad, Jesús podría haber llegado allí en burro o caminando, pero el realiza un acto profético, cruza por agua para restaurar la mala decisión de este pueblo de no querer cruzar el Jordán, pone sus pies sobre esa tierra para reclamarla como suya, y se encuentra con el único lugar que se cuanta en los evangelios, tan tomado por demonios, este hombre endemoniado que se encontraba poseído por una legión, es decir 5.000 o 6.000 demonios este hombre, que nos habla esto, que cuando no estás dispuesto a entrar en los planes de Dios, en su lucha, su guerra, no quieres congregarte y quieres orar en casa, y tú estarás continuamente expuesto, sin cobertura, al principio siempre te va bien, ha el pueblo de Gad le fue bien los primeros años, pero cuando nos dirigimos al tiempo de Jesús, Gadara era el territorio dominado por las tinieblas, Gadara era el único lugar donde habían Judíos criando cerdos, extraño ya que ellos no comían cerdo, era un animal inmundo, y allí encontramos históricamente, el templo de Zeus ubicado en este territorio, este dios pedía a sus seguidores sacrificarle cerdos, los demonios que fueron expulsados de él hombre endemoniado, pedían a Jesús que no los expulsara de ese territorio, y Jesús les permite ir a los cerdos y miles de cerdos comenzaron a caer al agua ahogándose. Jesús hizo un movimiento estratégico, derrotó a el principado de este territorio, y le dejó sin cerdos para la adoración, derrotó la adoración satánica en esa tierra, y fue a buscar los que se habían perdido, los que no habían querido cruzar.

Te motivo a que busques a alguien que tiene sus argumentos para no querer cruzar junto al pueblo de Dios, y hagas como Jesús, búscale tómale de la mano y dile: "Tú vas a cruzar conmigo" Dios te da autoridad apostólica para traer verdad a esas personas, vamos a derrotar principados y potestades, en el poder de la unidad, no temas! Atrévete verás resultados en tu familia, amigos y todos los que te rodean.

MI ANGEL AMADO EN SU GRADUACION INGENIERA


jueves, 24 de junio de 2010

UN LUGAR PARA TRIUNFAR

UN LUGAR PARA COMENZAR DE NUEVO

Todo los seres humanos tenemos una historia que contar, no siempre cosas buenas sino que muchas veces experiencias dolorosas de nuestro pasado que marcaron nuestra vida, familia, matrimonio etc. Hay momentos donde nos preguntamos si alguna vez habrá una segunda oportunidad para volver a comenzar. Esto es una de las cosas maravillosas del DIOS a quien servimos, quien en siempre tenemos la oportunidad de volver a empezar

Un lugar para encontrar a Dios

Nuestro más profundo anhelo es que todo hombre y mujer que venga a esta iglesia pueda tener un encuentro verdadero con DIOS, que le lleve a un cambio de vida. Toda persona que camina sin Dios carga un profundo vacío que lo trata de llenar con cosas que finalmente termina destruyendo sus vidas

Un lugar para la restauración familiar

Hoy en el mundo entero, la crisis familiar parece ser una de las epidemias que más está destruyendo hogares. Separaciones, divorcios y problemas entre padres e hijos es una de las cosas más comunes ante lo cual la única opción ha sido aceptar esto como algo normal. Pero el mensaje del evangelio, aunque es un mensaje y una experiencia personal, la idea de DIOS es que también bendiga y afecte tu familia., para que seas salvo tú y toda tu casa.

Un lugar para descubrir tu propósito

A veces no hay nada más frustrante que no saber por qué nacimos y para que estamos en esta tierra. Estamos comprometidos y dedicados a ayudar a las personas a descubrir una vida con propósito y significado, ya que con DIOS podemos dejar de existir y sobrevivir y comenzar a servir y marcar una diferencia en otros.

Ese lugar está en ti, dentro de tu ser, ese lugar no es otro que tu corazón, si tu corazón, dentro de él tienes la solución a todas tus inquietudes, desafíos, obstáculos, a tus quebrantos, en fin a todos tus problemas y dudas. Solo tienes que darle rienda suelta a ese eslabón que hay dentro de él, que se llama espiritualidad; hay días que sientes dentro ti, esas inmensas ganas de hablar con nuestro señor JESUCRISTO O DIOS; es ese eslabón que quiere unirse al resto de los demás eslabones dentro de tu corazón y así de esa manera guiar tu vida por el sendero y el camino a DIOS, al amor puro e inmenso que solo el da, sin pedir nada a cambio, solo por el simple hecho de que somos su creación, somos sus hijos amados.es ahí donde todos esos eslabones unidos forman una cadena irrompible que nos protege contra todas las iniquidades, los enemigos, contra la maldad, el odio, la ira, las impurezas que abundan en el mundo, el engaño, la traición, en fin de todo lo malo que nos quebranta, y nos deja sumidos en un mar de dudas, de un mundo sin sentido, es por ello que al seguir el camino sublime de JESUS, todo en nuestras vidas cambia para bien.

Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. (Salmo 37:3-5)

 

Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados. (Salmo 40: 1-5)

 

El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado. El sabio de corazón es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad. El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos. Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 16: 20-25)

 

Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su

Corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien,

Sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la

Mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato. Trono de gloria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro santuario. ¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas. (Jeremías 17: 5-12)

UN LUGAR PARA TRIUNFAR

UN LUGAR PARA COMENZAR DE NUEVO

Todo los seres humanos tenemos una historia que contar, no siempre cosas buenas sino que muchas veces experiencias dolorosas de nuestro pasado que marcaron nuestra vida, familia, matrimonio etc. Hay momentos donde nos preguntamos si alguna vez habrá una segunda oportunidad para volver a comenzar. Esto es una de las cosas maravillosas del DIOS a quien servimos, quien en siempre tenemos la oportunidad de volver a empezar

Un lugar para encontrar a Dios

Nuestro más profundo anhelo es que todo hombre y mujer que venga a esta iglesia pueda tener un encuentro verdadero con DIOS, que le lleve a un cambio de vida. Toda persona que camina sin Dios carga un profundo vacío que lo trata de llenar con cosas que finalmente termina destruyendo sus vidas

Un lugar para la restauración familiar

Hoy en el mundo entero, la crisis familiar parece ser una de las epidemias que más está destruyendo hogares. Separaciones, divorcios y problemas entre padres e hijos es una de las cosas más comunes ante lo cual la única opción ha sido aceptar esto como algo normal. Pero el mensaje del evangelio, aunque es un mensaje y una experiencia personal, la idea de DIOS es que también bendiga y afecte tu familia., para que seas salvo tú y toda tu casa.

Un lugar para descubrir tu propósito

A veces no hay nada más frustrante que no saber por qué nacimos y para que estamos en esta tierra. Estamos comprometidos y dedicados a ayudar a las personas a descubrir una vida con propósito y significado, ya que con DIOS podemos dejar de existir y sobrevivir y comenzar a servir y marcar una diferencia en otros.

Ese lugar está en ti, dentro de tu ser, ese lugar no es otro que tu corazón, si tu corazón, dentro de él tienes la solución a todas tus inquietudes, desafíos, obstáculos, a tus quebrantos, en fin a todos tus problemas y dudas. Solo tienes que darle rienda suelta a ese eslabón que hay dentro de él, que se llama espiritualidad; hay días que sientes dentro ti, esas inmensas ganas de hablar con nuestro señor JESUCRISTO O DIOS; es ese eslabón que quiere unirse al resto de los demás eslabones dentro de tu corazón y así de esa manera guiar tu vida por el sendero y el camino a DIOS, al amor puro e inmenso que solo el da, sin pedir nada a cambio, solo por el simple hecho de que somos su creación, somos sus hijos amados.es ahí donde todos esos eslabones unidos forman una cadena irrompible que nos protege contra todas las iniquidades, los enemigos, contra la maldad, el odio, la ira, las impurezas que abundan en el mundo, el engaño, la traición, en fin de todo lo malo que nos quebranta, y nos deja sumidos en un mar de dudas, de un mundo sin sentido, es por ello que al seguir el camino sublime de JESUS, todo en nuestras vidas cambia para bien.

Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. (Salmo 37:3-5)

 

Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados. (Salmo 40: 1-5)

 

El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado. El sabio de corazón es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; Mas la erudición de los necios es necedad. El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos. Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 16: 20-25)

 

Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su

Corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien,

Sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la

Mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato. Trono de gloria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro santuario. ¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas. (Jeremías 17: 5-12)

miércoles, 23 de junio de 2010

TESTIMONIOS DEL NUEVO NACIMIENTO

"LA VIDA TIENE PARA MI OTRO SIGNIFICADO"

Por: Tai Jun Mun

Cuando entré al Departamento de Neuro-Cirugía del Hospital Jefferson, hace algunos años, luego de un largo viaje, tenía grandes deseos de mejorar mis conocimientos y aprender los últimos adelantos de la medicina, para poder servir a mis connacionales.

Al mismo tiempo, sentía un gran vacío en mi corazón, que estaba lleno de cicatrices. Yo no conocía a Jesucristo, aunque muchas veces había oído hablar de él. Si bien nací en el seno de una familia budista, tuve poco contacto con el budismo durante mi infancia. En mis años de escolar fui obligado a rendir culto en un santuario sintoísta, pero lo hice mecánicamente, sin que interviniera para nada mi corazón.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, mi patria fue liberada del dominio militar extranjero, y me encontré ante la necesidad de hacer frente a los rápidos cambios sociales y a dos maneras distintas de pensar: la de la democracia y la del comunismo.

Aunque yo mismo no era un hombre creyente, toda idea que rechazara de plano a Dios me era inaceptable. En la guerra terrible que asoló nuestro hogar, nuestras ciudades y nuestra patria, vi y experimenté muchas cosas terribles que hicieron que llegara a tener un concepto muy bajo de la vida humana. El cambio de panorama y de mi manera de vivir cuando llegué a los Estados Unidos, no lograron eliminar mis cicatrices.

Mi existencia como interno en el Hospital Jefferson, era muy provechosa, pero se hizo tan mecánica y rutinaria, que al comienzo casi perdí hasta la facultad de pensar. Con el pasar del tiempo, aproximándose ya la fecha de mi partida, me di cuenta que carecía de algo muy importante, aunque yo había hecho considerables progresos en el campo de mi actividad profesional.

Dios mismo me hizo ver la respuesta a mi inquietud, por medio de tres factores importantes: me concedió la oportunidad de trabajar bajo las órdenes de uno de los mejores cristianos que jamás he conocido. Este cirujano me enseñó el verdadero significado de la vida cristiana, por medio de sus palabras, pero más todavía, por medio de su conducta.

En mi trabajo diario del hospital, el Señor me hizo ver que los enfermos necesitaban no sólo de ayuda física, sino de ayuda espiritual. Y como yo no había experimentado todavía el nuevo nacimiento de que nos habla Jesús en el Evangelio, no podía ayudarles a los enfermos más allá de cierto punto.

El Señor me mostró dos clases distintas de enfermos. Cuando a los de una de ellas se les decía que padecían de enfermedades incurables, demostraban tremenda emoción y todas las indicaciones de un quebrantamiento moral.

En cambio, los verdaderos cristianos entre los enfermos aceptaban llenos de gracia, la verdad, y mostraban tranquilidad de espíritu porque sabían que estaban descansando en la voluntad de Dios.

Si bien yo sabía que mi corazón se estaba acercando a Dios, se me presentaban muchas dificultades. A menudo me preguntaba cómo me sería posible creer en cosas que no podía explicar.

Cuando más dudas tuve en mi corazón, el Señor hacía que me sintiese más y más intranquilo e incómodo. Después de horas de oración, por fin me decidí, y acepté a Jesucristo como mi Salvador. Aunque soy un cristiano joven, y me quedan muchos años para crecer en la gracia, siento mayor fortaleza y una perfecta paz de espíritu, desde que hice mi decisión. La vida ahora tiene para mí otro significado.

Estoy pidiéndole al Señor que me guíe en mi vida diaria y en mis actividades profesionales en favor de los pueblos necesitados de Corea.

ASI CONOCI A CRISTO

Por: SHEILA GUPTA

Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. Proverbios 16.25.

Nací en una familia hindú, de la casta de los Vaishya. Mi madre era una mujer muy religiosa, que seguía todas las tradiciones ortodoxas de su fe. Jamás hubiese aceptado, por ejemplo, beber agua ofrecida por un cristiano. Yo me crié en ese ambiente fanático y cerrado a todo lo que no fuese hindú.

Mis padres deseaban que yo recibiese una educación esmerada, y sólo era posible obtenerla en los colegios cristianos. Asistí a varios de ellos, pero nunca tuve un encuentro cara a cara con el Cristo viviente. Todo lo que pude comprender era que Jesucristo sería para los cristianos, lo que Krishna era para mí. Con todo, no dejaba de agradarme el ambiente solemne que imperaba en las ceremonias religiosas cristianas.

Mi vida espiritual consistía en seguir las tradiciones de mi religión y adorar a las diversas deidades hindúes según lo habían hecho todos mis antepasados. En medio de mis dudas tenía una sola seguridad: que a pesar del conocimiento que yo poseía acerca de mi religión, ella no me daba la paz. Yo buscaba algo que me proporcionase estabilidad, un apoyo en medio de las dificultades de la vida. Y sólo veía a mí alrededor ceguera espiritual, culto idolátrico e hipocresía. Pero, por costumbre, seguía concurriendo a los templos, de los que salía siempre insatisfecha y desilusionada.

Un recuerdo se destaca cuando pienso en los días de mi juventud. Yo era ya estudiante de medicina, y con mi padre y con una hermana menor, visitamos algunos de los templos más famosos del norte de la India. Llegamos a la puerta de uno de ellos, a las dos de la tarde, y no se nos permitió entrar para ver los ídolos, pues los guardianes nos dijeron: "A esta hora, los dioses están durmiendo la siesta". Recuerdo que pensé inmediatamente: ¿Qué clase de dioses son estos que pueden echarse a dormir tranquilamente? Creo que en ese momento comenzaron a trabajarme en la mente dudas muy serias acerca del valor de mi religión.

Pasaron los años, y con su pasar, aumentó mi intranquilidad. Yo estaba disfrutando de los placeres de este mundo, pero en lo profundo de mi corazón no tenía felicidad alguna. Yo era un alma hambrienta y llena de miserias, que andaba a tientas en las tinieblas, sin encontrar una salida. Cual oveja descarriada, seguía luchando, confiada en mis propias fuerzas, hasta que llegué al punto en que ya no me era posible continuar.

En 1954, se me presentó la oportunidad de ir a la ciudad de Vellore, como miembro del personal médico del Christian Medical College and Hospital. Acepté con suma satisfacción el nombramiento, pero sólo pensaba en mi prestigio profesional y mis ganancias materiales. Yo sabía que luego de estar un tiempo en un hospital tan célebre, me resultaría fácil obtener cargos importantes. Pero Dios tenía planes completamente distintos para mí.

Mis primeros días en Vellore no fueron nada felices, y en varias ocasiones quise renunciar. Mi confusión mental y espiritual iba en aumento. A fin de escapar del yo, comencé a asistir al cine todas las noches y a leer cuanta literatura sensacionalista y vacía caía en mis manos.

Durante este período de mi vida, una colega australiana vino a residir en la casa de los médicos internos, y su cuarto estaba muy cerca del mío. Nos hicimos amigas, y esta señorita, que era cristiana, comenzó a orar a Dios pidiendo por mi conversión. Un día perdí la paciencia mientras conversaba con ella, y le dije de un modo muy grosero que no debía molestarme más, pues jamás conseguiría que yo me convirtiese. Continué en mi tremenda confusión mental, pero ella siguió orando.

En sus conversaciones conmigo, mi colega muchas veces me había citado las palabras de Jesús, de Apocalipsis 3.20: "He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo".

Empezó a sucederme, en este tiempo, algo muy curioso. Comencé a ver continuamente al Señor Jesús, sobre la cruz. Esta cruz me perseguía de día y de noche. Una tarde se me ocurrió leer alguna cosa en mi Biblia, ese libro que había recibido muchos años antes, y que casi nunca había abierto. Las páginas se abrieron en el capítulo 18 del evangelio según San Juan, y comencé a leer el relato de la crucifixión de nuestro Señor.

Las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas. Varias noches seguidas leí la misma porción. Una noche, muy tarde, me pareció que alguien llamaba a mi puerta. Creí que sería la enfermera de guardia, pero enseguida tuve otra visión del Señor Jesús, y supe que era él, que estaba llamando a la puerta de mi corazón. Sus ojos estaban llenos de compasión y de amor. Le dije que no podía dejarlo entrar en mi vida, ya que yo adoraba a Krishna, y una vez más, tercamente lo rechacé.

Pero mi hora había llegado. El Buen Pastor había hallado a su oveja perdida. Todo lo que tenía que hacer era sacarla de entre las zarzas y espinas, y tomarla en sus brazos.

El 4 de abril de 1955, a eso de las ocho de la noche, mi amiga y yo salimos a caminar. Era una noche de luna y yo podía ver con gran claridad las colinas que nos rodeaban. Mi amiga comenzó a orar por mí, y súbitamente, frente a mis ojos apareció la visión de centenares de cruces en las partes más altas de las colinas.

Y en cada cruz estaba el Señor Jesús. Creí que mi cerebro estallaría, tan violenta era mi emoción, y tan claro el espectáculo. Esa misma noche me entregué a los pies del Salvador y le recibí en mi corazón. Una extraña paz llenó mi alma, y sentí una alegría que sólo pueden entenderla aquellos que hayan pasado por una experiencia parecida.

Días más tarde el Señor me indicó claramente, por medio de uno de sus siervos, que yo debía ser bautizada. El día de mi bautismo fue una fecha memorable en mi vida.

SANIDAD INTERIOR: EL ARREPENTIMIENTO ¿QUE IMPLICA?

A- LO QUE ES EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO.

1. Estar apenado por tus pecados delante de Dios.

El verdadero arrepentimiento es un dolor sentido no hacia uno mismo o hacia una persona, sino primero que nada es un dolor genuino por haber ofendido a Dios. "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tus misericordias; conforme a las multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado esta siempre delante de mí. Contra ti, contra ti he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos…" (Sal. 51:1-4). Lea también el salmo 38:8.

2. Ser veraz (sincero) en relación a su pecado.

"Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tu perdonaste la maldad de mi pecado", (Sal. 32:5). Lea también 1 Juan 1:9.

3. Apartándonos de nuestros pecados.

"El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia", (Pr. 28:13).

4. Aborreciendo el pecado.

"Has amado la justicia y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios…" (He.1:9). "…Y os aborrecéis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis…" (Ez. 20: 43,44).

5. Pagando las deudas a los acreedores cuando sea posible.

"Entonces Zaqueo, puesto en pie dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado", (Lc. 19:8). Lea también Levítico 6:1-7.

B- LO QUE IMPLICA EL ARREPENTIMIENTO.

1- Tornarse del pecado.

"No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon." (Zac. 1:4). Lea también Gálatas 5:19-21 y Efesios 5:5.

2- Tornarse del mundo.

"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en El." (1 Jn. 2:15).

3- Tornarse de sí mismo.

"Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquél que murió y resucitó por ellos." (2 Cor. 5:15).

4- Tornarse del diablo.

"… Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de satanás a Dios…" (Hch. 26:18). Lea también Colosenses 1:13.

5- Tornarse a Dios.

"Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos." (Zac. 1:3).

6- Tornarse a una vida correcta.

"Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia." (Rom. 6:13).

lunes, 21 de junio de 2010

DIA DE DESCANSO

Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido (Génesis 2: 2).

EL RELATO DE GÉNESIS SOBRE LA CREACIÓN del sábado habla de tres cosas que Dios hizo en conexión con él, y que se confirman en la fraseología del cuarto mandamiento. La primera de ellas es que Dios descansó. La palabra hebrea de la que se traduce el verbo descansar, significa primariamente cesar. Es natural que cuando uno cesa, descansa. De allí que la idea de descansar está también en el ámbito conceptual de esta palabra. Pero el Génesis y el cuarto mandamiento nos hablan de cesar. Es obvio que Dios no cesó porque estaba cansado, sino porque concluyó la creación material. Como nuestro texto lo dice claramente, «descansó porque había terminado la obra» de la creación.

Es interesante que Dios haya decidido cesar después de seis días de creación. Como lo leyó ayer, al dejar de crear cosas materiales, creó el sábado para conmemorar su creación. De este modo, el descanso divino fue en sí otra creación de Dios. Por eso, el texto hebreo original del relato del Génesis dice: «El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo» (Gen. 2: 2; RV95). El Señor concluye el séptimo día de su obra creadora. El último acto de la creación divina. Eso nos confronta con la paradoja de que Dios, al dejar de crear, creó. Lo que el Señor creó fue un día de cesación, un día descanso. Estableció un día libre; un día festivo, cada semana.

El cuarto mandamiento usa ese acto de cesación divina, ese descanso de Dios, como paradigma para los seres humanos. Es decir, nosotros debemos descansar porque el Señor nos dio el ejemplo. Significa que Dios planeó el descanso para los seres humanos. Como el Señor no se cansa, sino que cesó de crear en el séptimo día, lo hizo para darnos una enseñanza. Él nos enseñó que debemos descansar o cesar de nuestro trabajo.

DÍA DE PAZ

No hagas nada en este día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, [...] ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades (Deuteronomio 5:14).

DIOS DESCANSÓ para darnos ejemplo, para ser un modelo que podamos seguir. Él descansó de su trabajo, y nos pide que también descansemos. Dios planeó, en su descanso, nuestro descanso. Él cesó su trabajo, sin que estuviera cansado, y lo hizo para servirnos de ejemplo. Es interesante que Dios decidió hacer la obra de la creación material en seis días. Podría haberla hecho en menos tiempo. La Biblia dice que a medida que Dios creó todas las cosas, ordenó la existencia: «Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas. Porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme» (Sal. 33: 6, 9). Por lo tanto, la creación material pudo haber sido la obra de un instante. Sin embargo, decidió hacerla en seis días. Resulta obvio, entonces, que Dios debía tener un propósito al hacerlo de esa manera.

¿Cuál sería este propósito? Por supuesto, al hacer esta pregunta, no se trata de discernir la mente de Dios, sino enfocar el propósito divino. Puesto que el Creador tenía en mente darnos ejemplo de cesación y descanso, su demora, innecesaria en términos de su poder, cumplió el fin de prepararnos un descanso. El Señor, evidentemente, hizo una creación de seis días para tener la oportunidad de crear el séptimo día, con el fin de que fuera nuestra paz. Eso quiere decir que Dios anticipó que íbamos a necesitarlo. Por eso dijimos que él planeó nuestro descanso.

Esta es la razón por la que él cesó de crear el mundo material después de seis días de labor. Su descanso no implica cansancio. Pero nuestro descanso, sí. Dios anticipó que necesitaríamos descansar de nuestra fatiga física y espiritual. Bien lo dijo nuestro Señor: «El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado» (Mar. 2: 27).

QUE DIOS TE BENDIGA……..

ESTRUCTURAS FUNCIONALES

Una iglesia que pretende crecer y servir al Reino de Dios debe estar estructurada en armonía con la concepción bíblica de la Iglesia. Esto no quiere decir que una Iglesia estructurada en forma diferente no crecerá, ya que obviamente iglesias con las más diversas estructuras han crecido y sobrevivido. Pero una iglesia que no está estructurada en armonía con los principios bíblicos nunca alcanzará la calidad de crecimiento y la autenticidad de discipulado que Dios quiere.

ESTRUCTURAS FUNCIONALES

La Biblia da muy pocas indicaciones específicas en relación a la estructura de la iglesia. Traza un claro perfil de lo que se pretende que la iglesia sea, y presenta la historia de sus primeros días en dos contextos culturales: la sociedad palestina judía y la sociedad grecoromana del primer siglo. Con base en este testimonio bíblico, en cada época la iglesia forma aquellos odres que parecen más compatibles con su naturaleza y misión dentro de su contexto cultural.

La cuestión de la estructura surge dentro del área más amplia de libertad que la Biblia permite. La Escritura no señala explícitamente estructuras específicas. Y sin embargo, la imagen bíblica de la iglesia ayuda a delinear criterios prácticos para evaluar su estructura en cualquier contexto histórico. Aquí, yo solo hago sugerencias.

Primero, la estructura de la iglesia debe ser bíblicamente válida. Es decir, la estructura de la iglesia debe ser compatible con la naturaleza y forma del evangelio y de la iglesia que se presentan en la Biblia.

Los escritores del Nuevo Testamento fueron celosos para guardar la verdad del evangelio y de la iglesia de intrusiones del mundo o del judaísmo. Insistir en la circuncisión era negar el evangelio. (Gá 5:26). Hacer distinciones dentro de la comunidad cristiana con base en la riqueza, la posición social o las tradiciones religiosas, era transgredir la ley de Dios (Stg. 2:113; Gá. 2:1121). Jesús hizo la advertencia de no invalidar la Palabra de Dios por adherirse a la tradición humana (Mt. 15:6). Cualquier tradición, estructura o patrón que lleve a los creyentes a contradecir en la práctica la fe que profesan, es anti bíblico y debe ser rechazado.

Aunque este principio debería ser obvio y fundamental, es violado frecuentemente. Se forman o engendran estructuras que son básicamente contrarias a la Biblia. Son las que se transforman en las tradiciones anti bíblicas y en las instituciones rígidas mencionadas anteriormente.

No obstante, con qué frecuencia en la iglesia, incluso al nivel local, fragmentamos la comunidad en ricos y pobres, ministros y laicos, negros y blancos, jóvenes y adultos; con qué dedicación llegamos a ocuparnos de la preservación de programas y qué poco comprometidos estamos el uno con el otro o con las estructuras que verdaderamente nos ayudan a ser. Necesitamos formular algunas preguntas difíciles (que asombran y ofenden a alguna gente): ¿Es la estructura tradicional de la escuela dominical bíblicamente defendible? ¿Adoran realmente a Dios o tienen un encuentro con Él, los creyentes en los servicios de nuestras iglesias? ¿Se enseña y se escucha realmente la Palabra de Dios? ¿Los creyentes realmente "hablan la verdad en amor" el uno con el otro, o se dicen sólo cosas agradables e irrelevantes? ¿Toman en serio nuestras estructuras los dones del Espíritu y el sacerdocio de los creyentes? ¿Hay estructuras que hacen viable la kimona y las misiones?

En términos sencillos, el criterio de validez bíblica significa que todas las estructuras de la iglesia deben ayudarla efectivamente a ser auténtica y a llevar a cabo su misión. Deben ser estructuras que promuevan la comunidad, que edifiquen a los discípulos y mantengan el testimonio. Las estructuras que logran esto de hecho, son válidas; las estructuras que no lo hacen, son inválidas sin importar cuan estáticas, eficientes o veneradas sean.

Segundo, la estructura de la iglesia debe ser culturalmente viable. Debe ser compatible con las formas culturales de la sociedad en la que se encuentra. Esto significa que sus estructuras no pueden ser trasplantadas indiscriminadamente de una cultura a otra sin causar serios problemas y confusiones fundamentales en relación a su verdadera naturaleza.

La iglesia del primer siglo, a pesar de todos sus problemas, ofrece todavía ejemplos sobresalientes de adaptación cultural y de viabilidad. A través de Esteban, Felipe, Pablo y otros, alcanzó rápidamente al mundo de habla griega del Mediterráneo (Hechos 6 y siguientes). Reuniéndose en hogares, y generalmente siguiendo el patrón de la sinagoga en lo que se refiere a la estructura local, los primeros cristianos fueron capaces de multiplicarse rápidamente sin una superestructura organizacional grande.

A través de un patrón de predicadores y evangelistas itinerantes, la iglesia mantuvo una red de comunicación, enseñando y estableciendo grupos que alcanzaron a gran parte del Imperio Romano. Este patrón fue utilizado con gran efectividad por las órdenes de predicadores mendicantes en la última parte de la Edad Media.

En la moderna época misionera, la Iglesia ha crecido más efectivamente y más auténticamente, cuando ha sido capaz de adaptarse a las realidades culturales sin comprometer la verdad transcultural del evangelio. Por otro lado, la violación del principio de viabilidad cultural a veces ha resultado en una lenta penetración donde las diferencias culturales eran grandes. Uno de los principales factores detrás del lento crecimiento de la iglesia en Japón ha sido la introducción de tradiciones relacionadas con la vida congregacional y con el ministerio pastoral que eran extrañas y culturalmente inapropiadas. Ésta es una violación del principio de viabilidad cultural. (Uno podría cuestionar también si esas tradiciones son bíblicamente válidas).

Pero no es necesario cruzar el océano para encontrar una cultura diferente. Las ciudades modernas son un microcosmos cultural, de modo que el ministerio efectivo en las áreas urbanas requiere capacidad de percepción de estos aspectos.

Obviamente, la validez bíblica es más importante que la viabilidad cultural. La Iglesia, después de todo, siempre estará en tensión con la cultura circundante. Pero debemos esmerarnos para asegurarnos de que esta tensión viene de la antítesis entre luz y tinieblas, no de la incompatibilidad de formas culturales. Donde sea posible, la Iglesia debe estructurarse siguiendo el modelo de otras estructuras de una cultura dada. Pero esto requiere discernimiento, ya que solamente puede hacerse mientras no se traicione la fidelidad a la Biblia.

La Iglesia no puede asumir estructuras de la cultura que lo rodea indiscriminadamente, de la misma manera que no puede importarlas del exterior indiscriminadamente. Pero puede evaluar cada estructura en términos de su validez bíblica y de su viabilidad cultural. A menudo se encontrará que algunas estructuras indígenas (por ejemplo, tal vez, la estructura familiar) no son de ninguna manera incompatibles con la vida y el testimonio de la Iglesia, una vez que estas estructuras han sido entregadas al Señor.

Tercero, la estructura de la iglesia debe ser temporalmente flexible. Debe estar abierta a modificaciones según lo requieran circunstancias cambiantes.

Aquí nos enfrentamos no solamente a la dimensión espacial sino también a la cultural. Las culturas son dinámicas, no estáticas. Conforme cambian, serán necesarios también cambios en la estructura de la iglesia. La estructura que es efectiva hoy, puede no ser tan efectiva dentro de treinta (o quizás dentro de diez) años. Esto es especialmente cierto en la moderna edad tecnológica de rápidos cambios. El hecho es que la fidelidad a la inmutable verdad bíblica a menudo requiere estructuras que cambien con el correr del tiempo.

domingo, 20 de junio de 2010

CRISTO ARQUETIPO DE LA MADUREZ

Por Jorge E. Clausen

Al querer hacer la descripción del cristiano maduro no podemos dejar de lado el contexto de la enseñanza del Nuevo Testamento, ya que en el actuar y obrar y pensar de Jesucristo encontramos del parámetro del Ser Maduro, en la plenitud de su humanidad.

A esta vida entramos por la fe e iremos creciendo en la medida del conocimiento y cambio de actitud. La vida de fe la definiremos diciendo que es un estado de experimentar una "preocupación última".

El hombre como todo ser viviente se preocupa por muchas cosas, sobre todo por aquellas que condicionan su misma existencia: alimento, techo, trabajo. Pero a su vez tiene preocupaciones espirituales, cognoscitivas, estéticas, sociales, etc.

Algunas pueden ser urgentes y cada una de ellas así como la preocupación última de la vida humana. Si se postula como "última" exige la entrega total de quien la acepte. La fe entonces en cuanto "preocupación última" es un acto de toda la personalidad. La fe es el acto más personal de la mente humana. No es el movimiento de una determinada parte del ser sino de su conjunto. Siendo así participa en la dinámica de la vida personal, ya sea en la inconsciente como en la consciente del ser.

La entrega total se produce al ser atraídos, fascinados por Dios, creándose una corriente de relación íntima como acto de la fe genuina. Esta respuesta activa y creativa a tal realidad en forma continua, actitud que permitirá el acrecentamiento del perfil humano por la reubicación de los valores naturales y la incorporación de los caracteres de Cristo. El Apóstol Pablo lo definió de esta manera: "no vivo ya yo más vive Cristo en mí. (Gál.2:20), lo cual tiende a la concreción del "varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13).

Cristo es el arquetipo, el parámetro del hombre perfecto, el que vivió la plena humanidad. Ahora debemos tener en cuenta que Dios no ha exigido al hombre que llegará a ser perfecto, auténtico, sino que Dios nos da la "nueva vida" por la fe, entrega total. Quiere decir que esta vida nueva o si queremos llamarla de Madurez Cristiana se vive en la fe, en el conocimiento y en el amor de Cristo.

La Madurez Cristiana como principio no es subjetiva e individualista, sino que es, crecer y se desarrolla en la comunidad, en la Iglesia, mediante "la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efesios 4:12). Cristo nuestro parámetro es aprehendido dentro de la comunidad como actuando y ofreciéndose a sí mismo.

Sabe a su vez y está seguro de que aún no goa de la total plenitud. "No, hermanos, todavía no soy el que debo ser, pero eso sí, olvidando el pasado y con la mirada fija en lo que está por delante, me esfuerzo hasta lo último por llegar a la meta…" (Fil.3:13-14 Bibl. Vivir). Es consciente de sus limitaciones, imperfecciones, y que no siempre coincide el ser perfecto con las decisiones que la vida nos confronta.

Es aquí donde reconoce la necesidad de una orientación para las decisiones, una suerte de "ley" que lo guíe. Esta situación la expresa Pablo en forma personal en 1 Co.9:20-21; allí asegura que está bajo la "ley de Cristo". Esto que en principio parece una contradicción, ya que el cristiano es libre, no lo es cuando se pregunta para qué es libre? ¿Para vivir egoístamente, individualmente, en la "carne"? No, sino para colocarse al servicio de los otros en amor. Así encuentra la orientación necesaria para desarrollar su actividad en ese contexto del Nuevo Testamento en la manera que Cristo pensó y actuó.

Es decir que la Madurez Cristiana no es tanto un estado como una actividad, un darse, un pensar, que está motivado solamente por el amor. El resumen de la ley dad a Israel, la vida y la enseñanza de Jesús, la perfecta ley de libertad o la vida en el Espíritu, "Madurez", convergen en un foco: Amor. Esta es la ley que guía la marcha del cristiano: Amor en Cristo.

Esto nos permite actuar en la entrega total, reconocer lo que Juan el Bautista declara: "Es necesario que él Cristo crezca, pero que yo mengüe" (Jun.3:30). Entonces nuestras pautas de conducta serán distintas, sustancialmente distintas.

El apóstol Pablo puede llegar a decir: "Sed imitadores de mí, como yo de Cristo" (1 Co.11:1). Nuestra exteriorización de las vivencias de la fe estará signada por los frutos del Espíritu, no teniendo por cierto visos del "viejo hombre". Podremos vivir realidades tan básicas como perdonar a nuestros deudores y enemigos porque tendremos una actitud de amor y no de condena.

La vida que ahora viven es completamente nueva: cada día, pues, aprenden ustedes, más de lo que es justo; traten de asemejarse más a Cristo, creador de esta nueva vida" (Col.3:10 Biblia Viviente).

CARTAS A JUAN LECTOR - ESPERANZA

Querido Juan:

Quiero recordarte que tengas presente, cada vez que prediques el evangelio. Que el mensaje del mismo debe incluir una esperanza que involucre al hombre total. El pecado no solamente ha afectado la relación espiritual del hombre con Dios, sino que ha deteriorado profundamente toda su realidad: cuerpo, alma y espíritu han sido dañados por la presencia del mal, de manera que la "buena noticia" que predicamos debe representar, tal como lo dijo Jesús en sus enseñanzas, una esperanza que abarca toda la vida del hombre, y que se interpreta como libertad de dominio del mal.

Los discípulos de Juan Bautista vinieron al Señor con la pregunta: ¿Eres tú el que había de venir, o hay que esperar otro?, y recibieron la respuesta: Hagan saber a Juan Bautista que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados. Los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres es anunciado el evangelio.

El dominio del diablo es la trágica realidad de la vida de la humanidad. Es de ese poder que Dios quiere libertarnos, y esto tiene que ver no solamente con la salvación del alma, sino con la salvación de todo el ser humano. Dios se preocupa de nosotros en toda nuestra realidad y en toda nuestra necesidad. Por la fe en Jesucristo recibimos la vida eterna; pero vida eterna no es meramente algo que tendremos después de la muerte, sino que es una realidad actual: la vida eterna se nos concede aquí y ahora, y es un elemento que recibimos de Dios y que modifica nuestra vida en su totalidad.

Representa haber obtenido la libertad del poder esclavizarte del diablo, que se manifiesta en que comenzamos a disfrutar ya de una esperanza que envuelve a toda nuestra vida. Significa haber salido del dominio del dios de este siglo y haber sido introducidos en el reino de Dios. Y cuando decimos Reino de Dios, no estamos pensando en una realidad futura, sino actual: un Reino al que Dios nos introduce ahora, al darnos una nueva vida y un poder que nos da libertad para poder obedecerlo, hacer el bien y rechazar la influencia del mal. Esto es haber recibido el Espíritu de Dios, y aunque pertenecemos aún en el tiempo, ya pertenecemos a la eternidad. Es tener conciencia que Dios ha puesto en nosotros su vida, que hemos sido libertados del poder del mal, al tiempo que habilitados para hacer el bien. Y definitivamente la totalidad indivisible del hombre recibe el beneficio del evangelio, en cuerpo, alma y espíritu.

La esperanza del evangelio proyecta una luz sobre el futuro eterno del creyente, pero también es luz que ilumina su vida en este mundo. Toda la Palabra de Dios es la guía divina que enriquece nuestra vida aquí. Precisamente en este mundo en que prevalecen la mentira y la injusticia, en que la miseria y el dolor se abaten sobre los hombres, podemos llegar a ser un pueblo redimido que constituye en sí mismo una proclamación de la esperanza que evangelio ofrece al hombre hoy.

Te saluda cordialmente.

VISTO AL PASAR - LA MUERTE

Por ALEC CLIFFORD

¿Pensó usted en la muerte? ¡Oh la publicidad!

Leemos en un periódico de gran circulación, un anuncio de gran formato que comienza con las siguientes palabras:

Pensó usted, Señor, en la Muerte? ¿Ha pensado usted en el momento triste en que se nos va un ser amado?

Hasta aquí vamos bien. No sabemos si va a seguir el texto con una homilía cristiana, o qué. Pero sigamos leyendo:

¿Dónde después usted lo visitará para rendirle homenaje a tantos años vividos juntos con amor y felicidad?

Seguimos desorientados. ¿Estará hablando el autor acerca del cielo? Enseguida pasa a explicarnos:

"La sociedad XX, previendo todo esto, ha construido un nuevo y moderno Panteón Social en el Cementerio San Jerónimo de nuestra ciudad, donde usted, al ir a visitar a sus seres queridos, se encontrará con una moderna y acogedora capilla. Allí podrá orar por ellos. Además, utilizando sus ascensores con memoria automática y capacidad hasta de 12 personas para llevar, podrá subir al piso en donde están.

Las explicaciones continúan. Respetamos la redacción del original:

Rendir el cariño de las flores haciendo uso de los amplios piletones con todo el servicio sanitario correspondiente, y tirando los desechos necesarios en resumideros centrales que eliminan la fea vista del canasto de residuos…

Este documento para la historia, termina ofreciendo nichos en arrendamiento por 99 años, con amplios planes de financiación.

Todo sería eminentemente cómico, si no se tratara de un asunto tan serio como la muerte.

¡Visitar a los seres queridos! ¡Orar por ellos! Disfrutar de piletones, sanitarios y resumideros centrales! Cuán lejos está todo esto de la fe cristiana que ha de profesar en alguna forma la mayoría de los beneficiarios del anuncio.

A unos cien metros o menos del cementerio mencionado, están sepultados mis padres, una hermanita, mi hija y mi esposa. Muy de vez en cuando visito sus tumbas. Hay quienes se gozan en "el culto del cementerio". Yo no puedo hacerlo. El envoltorio mortal de mis seres queridos está allí. Pero ellos, ni pueden ser visitados ni necesitan de mis oraciones. Están para siempre con Cristo, Salvador y Señor de sus vidas. Ese Cristo cuyo cuerpo no permaneció en el sepulcro, sino que se levantó de entre los muertos y está hoy a la diestra de Dios, intercediendo por mí. "Vivo, me amaba; muerto, sálvame; en el sepulcro mi mal enterró. Resucitado, es mi eterna justicia. Un día vuelve, pues lo prometió.

"EL MINISTERIO DEL SUFRIMIENTO"

Luego de escrito lo anterior, debí concurrir al cementerio de que hablaba, para acompañar los restos de un hermano en la fe, un médico joven, que murió en un accidente.

Concurrió un gran gentío. Vi muchas lágrimas. Pero podía palparse en el ambiente la nota de gozo y de triunfo sobre la muerte nos ha convertido también a nosotros en triunfadores. "Ni la muerte… nos separará del amor de Cristo…"

Hace muchos años, cuando en mi familia, pasábamos por días de grandes pruebas, recibí una afectuosa carta de un amigo y hermano cubano, que expresaba su cariño y decía entre otras cosas:

"Hace tiempo, tuve el privilegio de escuchar un gran predicador, George Truett. Predicó un sermón extraño y hermoso sobre El Ministerio del Sufrimiento. La tesis que planteaba era la siguiente: Hay una mayordomía del sufrimiento, igual que una mayordomía del dinero, del tiempo, de los talentos. Dijo que Dios nos permitía administrar nuestros dolores, en una mayordomía especial para comprender el dolor del mundo y aliviarlo con nuestra personal comprensión y simpatía. Es una extraña mayordomía, muy difícil de comprender y de disfrutar, pero así fue con el propio Truett, quien tuvo la desgracia de matar a un diácono de su iglesia en Dallas, en una cacería, por accidente. Aquel dolor cambió todo el curso de su vida y su predicación. Nunca he oído un hombre que hablaba tan directamente al corazón para ayudar y consolar el dolor del mundo…

Para mí la muerte no ha sido difícil de entender, porque sé que es el resultado de la sentencia en Edén, pero la enfermedad me llena de perplejidades y preguntas sin respuestas. Uno de los hombres más santos que conocí fue el Dr. M.N.McCall, por 45 años misionero en Cuba. Pues bien, este hombre de Dios murió de cáncer. Uno no puede explicarlo. Sin embargo, con Pablo sí podemos decir: "bástate mi gracia, porque mi gracia, digo mi potencia en la flaqueza se perfecciona".

Uno aprende lecciones en el sufrimiento que de otra manera no las conocería jamás. Nosotros mismos, en los tiempos que llevamos de Ezequiel 38 y 39, hemos aprendido lo que en 100 años de otros tiempos no hubiésemos aprendido. Se ha ido derrumbando a nuestro alrededor, todo concepto de religión mecánica, rutinaria, farisaica. Cada día se hunde más la raíz en lo profundo del corazón y la experiencia viene a ser algo vivido, fuerte, poderoso".

Poco después de escribir la carta, el buen amigo, que ya sufría bastante, comenzó un largo "ministerio de sufrimiento" en una inmunda cárcel, en que durante años se le dio un trato infrahumano. El hombre hizo una maravillosa labor de testigo de Jesucristo en medio del hambre, la desnudez y las torturas. Su ministerio del sufrimiento dio sus frutos, y muy abundantes.

EL PROBLEMA DEL DOLOR

Hace algunos años, un amigo editor me pidió que escribiera un librito sobre El Problema del Dolor. La paga era buena, y creo que hubiese podido escribir un librito interesante, pero nada más. No escribí el libro. Mi escrito hubiese sido en gran parte "de dientes para afuera" pues si bien acepto la existencia del problema y lo pongo en manos de un Dios justo y misericordioso, no hemos podido comprenderlo, y las explicaciones teológicas nunca me han dejado satisfecho.

No es que dude de Dios. Simplemente no entiendo. Y creo que hay muchas cosas que no podremos entender nunca a este lado del cielo. Y en el cielo me parece que estaremos demasiado ocupados como para andar buscando explicaciones a acontecimientos ocurridos durante nuestra fuga paso por la tierra. Pero el problema sigue en pie.

Unos párrafos del querido William Barclay, no lo explican bien y dejan flotando en el aire varias preguntas, pero me han sido de consuelo y ayuda en circunstancias muy difíciles en la vida.

Decía el maestro escocés que en la labor de todo pastor de almas, se encuentra con frecuencia con sucesos trágicos, frente a los cuales a él siempre le resultó imposible decir "Fue la voluntad de Dios". "Habla de la muerte de la niña, causada por un accidente en forma que resultaba imposible a todo lo imaginable, de tal modo que las autoridades que la investigación llegaron a la conclusión que había sido "un acto de Dios". Comenta Barclay: "Es difícil imaginar una frase más terrible y más blasfema ¿Qué clase de Dios puede ser aquél a quien se atribuye la muerte accidental de una muchacha de 24 años? ¿Puede la gente creer en él? ¿Cómo pueden aquellos que quedan orar a un Dios que procedería de esa manera?"

"En realidad es lo absolutamente opuesto a la voluntad de Dios y Dios está tan triste y afligido como nosotros frente al hecho. Si a alguien lo ataca una enfermedad terrible e incurable, si un niño es atropellado y muerto por un automóvil conducido tal vez por un hombre irresponsable o ebrio, si hay un desastre aéreo o marítimo o terrestre, no es la voluntad de Dios. Es exactamente y precisamente lo que Dios no quiso que sucediera. No se debe a la voluntad de Dios sino a una falla o error humano. Dios le dio al hombre libre albedrío porque sin éste no podría haber bondad ni amor, y precisamente por esa razón, los actos de los hombres pueden ser lo totalmente opuesto a la voluntad de Dios.

"El cristiano no ofrece ninguna explicación barata o fácil para el problema del dolor".

Frente a los acontecimientos mencionados, con frecuencia tenemos que decir: "No sé por qué ha sucedido esto". Pero lo que sí no ofrece en forma triunfante el cristianismo es el poder de hacer frente, de soportar, de pasar por ellos sin caer y hasta transformarlos de modo que la tragedia se convierta en una corona".

LA EVANGELIZACION POR RADIO

Por HELEN Y AFIF CHAIKH

La eficaz comunicación del evangelio nos impone hoy, una cuidadosa investigación en la búsqueda de indicios que nos conduzcan a establecer y aplicar métodos acordes a las características del mundo moderno. La premisa es lograr métodos

-en nuestro caso la radio- sin cambiar el mensaje del evangelio, aceptando sin reservas el principio establecido en la Escritura: "Cuando nosotros les predicaciones el mensaje de salvación, no fue solamente con palabras sino con el poder del Espíritu Santo, y con la completa seguridad de que este mensaje es la verdad" (1 Ts. 1.5). A continuación exponemos a la consideración de ustedes, el tema: Evangelización Radial, de acuerdo a lo que acabamos de decir, en la forma de:

Una Reflexión

Un Análisis

Una invitación

REFLEXION

La radio como medio para difundir el evangelio nos lleva a tener en cuenta dos aspectos:

1- El uso adecuado del medio. Necesariamente debemos reconocer que la utilización inteligente del medio no está reñida con la intervención del poder de Dios. El uso inteligente implica la utilización de los variados recursos de estructuras (entrevistas, mini-radioteatros, encuestas, etc.) y técnicas (efectos sonoros, música, musicalización, etc.).

2- Una actitud cristiana al utilizar la radio, que nos permita la aproximación correcta hacia el oyente, que consiste en comprender la forma que adquiere la necesidad humana en el día de hoy. Así quedará establecido el canal para que fluya el mensaje con poder salvador.

ANALISIS

Es necesario hacer una evaluación de la situación en sus aspectos más salientes, tales como:

1- El mensaje. Considerando primeramente el contenido, ya hemos comentando en lo que antecede que habrá de ser el puro evangelio, y en cuanto a la estructura, deberá además de los dicho, adecuarse bien al tiempo disponible, para lograr, en el siguiente orden: atraer la atención, crear interés, provocar un deseo, invitar a una decisión. Con respecto a la forma deben ser evaluados, tanto la disertación como el diálogo entre dos o más personas.

2- Los métodos. Deben ser escogidos teniendo en cuenta los objetivos. Estos definen al método, según se apunte a provocar un impacto en el oyente, crear una inquietud, u ofrecer un camino de solución al problema del hombre.

3- El ámbito. Es importante adecuar la presentación del programa de acuerdo al medio socio-económico al que se dirige el mensaje, teniendo en cuenta nivel cultural, lugar, edad tiempo. Esto conduce a definir lo que la audiencia espera del programa que sintoniza.

4- Contextualización. Es importante que el programa esté ubicado en este tiempo en que vivimos. Esto tiene que ver con el lenguaje utilizado y con los temas. El lenguaje debe ser actual, claro, sencillo, conciso, entonado (salpicado con dosis adecuadas de humor). El lenguaje radial es diferente del escrito, requiere mayor dinamismo.

INVITACION

Todo lo expuesto nos lleva a aceptar del desafío de la obra evangelizadora radial. Esto implica ser sensibles e identificarnos con la necesidad de auxilio espiritual que padece nuestro mundo. Vale la pena prepararnos consiente y responsablemente para esta tarea, libres de preconceptos. La hora presente nos abre las puertas de una oportunidad de alcances insospechados, cuyo único límite es el tiempo de que disponemos: "hasta que Cristo venga".

HABLANDO EN FAMILIA - EL PROBLEMA DEL MAL

* En este número incluimos una colaboración del querido hermano que ya está con el Señor, el profesor Alejandro Clifford, sobre el tema "El Problema del mal", que hemos tomado de Pensamiento Cristiano. Para la fecha en que se escribió este Casos y Cosas, ya había comenzado a tener dificultades con su vista y comenzó a visitar sus médicos, comprobándose después que el problema era debido a un tumor en la base del cerebro que realizaba comprensión sobre el nervio óptico. Los especialistas no demoraron en hacer el diagnóstico preciso, y recomendaron la cirugía para la solución del problema.

* Quienes estuvimos cerca de él en este tiempo, pudimos apreciar su tranquila confianza en Dios. Nadie va así como si nada a una operación de cerebro. Demostró que lo que había escrito sobre el ministerio del sufrimiento y el problema del dolor, representaba para él una auténtica experiencia en su vida, y que afrontaba la prueba que se avecinaba con la fe en su Señor. Lo visitamos en el Hospital al día siguiente de su operación ¡la cirugía había triunfado! Dios había escuchado nuestras oraciones! No habríamos de perder al amigo y hermano en Cristo, entonces. Fue emocionante el reencuentro, la convalecencia, compartir la experiencia que lo llevó al umbral de la tumba. Dios quiso conceder al hermano Clifford un tiempo más entre sus hijos, sus nietos y sus hermanos en la fe. ¡Cómo revaloramos su amistad desde entonces!

* Sin embargo los pensamientos del Señor son más altos que nuestros pensamientos, y sus caminos son inescrutables. En el mes de Enero de este año, la recuperación de nuestro hermano parecía lograda plenamente. Había trabajado fuerte para enviar a la imprenta el N.99 de Pensamiento Cristiano y había logrado concluir la redacción del número de Decisión que pronto entraría en prensa. Ya estaba planificando su trabajo para el futuro, cuando el 12 de febrero a la madrugada, inesperadamente, Dios lo llamó a su presencia. ¡Qué duro impacto cuando recibimos la noticia! Sin embargo no nos quedaba otra cosa que decir: El Señor dio, el Señor quitó ¡sea el nombre del Señor bendito! Teníamos sobradas razones para dar gracias a Dios por haber disfrutado de la amistad de un cristiano que enriqueció nuestra vida. Un hombre íntegro, un hermano cabal, cariñoso y comprensivo, un incansable estudioso de la Biblia, un amigo fiel. El Director y los Redactores de Compromiso Cristiano rendimos un homenaje al gran periodista y hombre de Dios, colaborador y amigo, publicando en este número su trabajo sobre "el problema del mal".

* Sobre el sufrimiento humano no podemos hablar con autoridad desde una perspectiva meramente teórica. En mayor o menor grado, todos quienes somos cristianos, tenemos que sufrir en alguna medida. No es posible ser un cristiano auténtico sin tener que sufrir por serlo. Porque seguir a Cristo significa andar por el camino angosto, negarse a sí mismo, tomar la cruz cada día y transitar por el mismo camino de servicio, de amor, de entrega.

* Comprendemos que el problema de la presencia del mal encierra para nosotros misterios impenetrables. La Palabra de Dios plantea hechos concretos, y no hallamos respuestas a muchas preguntas que nos formulamos. Es evidente que se trata de una realidad que está fuera de nuestra capacidad de comprender en su totalidad. Pero también es cierto que en las Escrituras hallamos todo lo que necesitamos conocer para enfrentar "el problema del mal" como Dios quiere que lo hagamos, sostenidos con el poder del Espíritu Santo, guiados por el ejemplo del Señor Jesucristo, e instruidos por sus enseñanzas. En el seno de la iglesia, la familia de Dios en este mundo, es donde hallaremos el ambiente adecuado para mitigar el dolor, en la comunión fraternal.

LA TRANSFIGURACIÓN DE MI HIJO

Por SALVADOR DELLUTRI

Escribo después de haber postergado una y otra vez el tema. Pero no ha sido la pereza ni la negligencia lo que me demoró. Acumulé datos, versículos, argumentos, especulaciones, pero todo parecía demasiado abstracto y lejano para reflejar el acuciante problema que me convocaba: El problema del mal.

Sentí la limitación de la palabra y el razonamiento frente a un problema que en vano trataba de enfocar a la distancia. Era como el médico que debe diagnosticar el cáncer a su propio padre que se siente inhibido por la lucha entre la ciencia y el afecto.

¿Podría analizar algo tan abstracto y a la vez concreto como el mal, acumulando el material que tenía cuando estoy viviendo en medio del problema, lo veo aflorar en la sociedad a la que pertenezco, en mis seres queridos, en mi mismo? Podía evocar las imágenes estremecedoras de la violencia, los campos de concentración, las cámaras de gas, las explosiones atómicas, pero ¿Cómo transmitir eso que va más allá de la retórica? Por eso elegí el camino aparentemente más fácil, pero también mucho más doloroso de la vivencia.

Mi hijo Ariel tiene escasos tres años -tengo la imagen grabada en mi retina y parece que estuviera sucediendo- corretea alrededor mío investigando con inquietud todos los misterios de la casa. Descubre el taburete del piano y comienza a hacerlo girar con energía.

Le advierto que no toque el tornillo sobre el que gira, porque está engrasado. Me mima y asiente.

Vuelvo a enfrascarme en la lectura y un minuto después su manito derecha está sucia: tocó el tornillo.

-¿Qué hiciste?- pregunto.

-Nada.

-No.

-Mostradme la mano.

Y oculta diestramente la mano derecha en la espalda mientras exhibe su mano izquierda inmaculada. Era su primera mentira.

Me derrumbo en el sillón y pienso. Nadie le enseñó a mentir. El mal vino con él. Me había sido concedido por Dios en préstamo para que formara en él un hombre. Así lo entendía y así volcaba sobre él todo mi amor. Pero de pronto la realidad me abofetea para señalarme que mi trabajo se efectúa sobre un ser caído sobre el cual ni la instrucción, ni toda mi dedicación puede nada. Allí estaba el mal.

Y en mí imaginación comienza a transfigurarse, lo que es semilla se transforma en violencia, crueldad, blasfemia, mentira, concupiscencia, rebeldía. El germen del asesino, del criminal, del torturador, del libertino está presente. Y percibo como nunca la lucha y la impotencia. Palpo que no es un enfrentamiento humano, sino una lucha contra principados, potestades, señores de este mundo, gobernadores de las tinieblas.

Soñaba con una transfiguración que mostrara la gloria, y solo encontré la raíz de la degradación y del derrumbe. Quería ser el testigo de su ascenso, pero asistiría a su desmoronamiento, a ver como la inocencia y la ternura se destrozaba para dejar paso a una realidad pavorosa. Y nada podía contra aquello. Detrás del problema escucho voces. La primera es una voz querida, mezcla de burla y tristeza que me trae su carga de amargura. Es la voz del ingenioso Hidalgo, don Quijote de la Mancha: "Pero no he podido yo contravenir a la orden de la naturaleza; que en ella cada cosa engendra a su semejante".

Es una verdad dura que me complica con el problema. Desde Adán engendramos a nuestra imagen caída, a nuestra semejanza. "Adán engendró un hijo a su imagen, conforme a su semejanza" (Gn.5, 3).

Él era el resultado de lo que soy. Podía darle cultura, educación, frenar la manifestación grosera del mal. Pero una mano sucia tras la espalda estaba ocultando el misterio del cataclismo del universo.

La otra voz fue más cercana, pero más amarga. Era la voz de quién transitara por la ciencia y la abandonara con desilusión para caer en un humanismo en carne viva que lo lleva obsesivamente al borde del suicidio. Ernesto Sábato que decía: De una cosa tengo certeza, que el mal está.

Era la voz de un agnóstico lúcido que fuera de la revelación marcada una realidad oscura que campea en toda la Biblia. Su obra está saturada de esta idea: Los ciegos, Abdón, El poder de las tinieblas, y una mente dominando, organizando, movilizando el mal.

Delante tengo a Ariel transfigurado: Una mente que no quería para él, que no había deseado ni convocado, en alguna forma estaba presente rivalizando conmigo, tratando de incluirlo en la gran organización de las tinieblas para que respondiera a los intereses del mal.

¿Qué podía hacer para anular el mal organizado? Comprendí la impotencia y la obsesión del agnóstico lúcido que hablaba.

Toqué el fondo del abismo interior, por un momento vi el interior, por un momento vi el caos, el vacío, el espanto. Pero una tercera voz comienza a moverse sobre las aguas interiores, sobre el abismo. El Espíritu desencadena la génesis que necesito. Me lleva hacia Pablo quién exclama "¡El mal está en el hombre para no enfrentarse con esta verdad! "El mal está en mí" "¡Cómo se llega al borde del abismo cuando se la ve por primera vez! ¡Cómo renueva el frío del espanto cada vez que se la evoca! "El mal está en mi".

El Apóstol hace mí mismo descenso: "Miserable hombre de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?".

Y el mismo Dios que lleva al borde de la necesidad, muestra el remedio que se magnifica aún más por el contraste: "Gracias doy a Dios, por Jesucristo, Señor nuestro". No tengo una solución concreta, pero una profunda paz me inunda.

El tiempo psicológico es más veloz que el cronológico. No pasó un minuto desde que escuché la primera mentira de mi hijo, un minuto para verlo transfigurado y para hacer mi descenso y ascenso del abismo.

Nuevamente en mi ribera lo empiezo a ver tal cual era antes. Se acerca, mimoso sobre mi hombro y me muestra, buscando indulgencia, su mano sucia.

Lo miro amenazador, repito interiormente: "Gracias doy a Dios por Jesucristo", y vuelvo a la plenitud de la esperanza".

VISTO AL PASAR - LEER Y ESTUDIAR LA BIBLIA

Por ALEC CLIFFORD

¡Enalbardad el gazofilacio y los maravedíes!

Recientemente, estuve durante algunos meses sin poder leer absolutamente nada. Era algo así como estar encerrado en una cárcel: muy cómoda, con el cariño constante de mis hijos y mis hermanos, es cierto, pero cárcel al fin.

No podía leer la Biblia, y entonces procuré hacer lo que han hecho durante siglos los prisioneros cristianos en cárceles, campos de concentración y lechos de enfermo; recordar todos los pasajes que había aprendido de memoria.

Por primera vez en la vida me di cuenta real del valor de aprender de la Palabra de Dios. Recordé muchos pasajes, pero hubiese recordado muchos más si hubiese tenido el hábito de "memorizar" (perdonen el neologismo) largas porciones de la Biblia.

Yo me crié leyendo y escuchando la lectura de las viejas versiones bíblicas de l909 y anteriores. Los textos que me vinieron a la memoria eran casi todos de esas viejas y preciosas Biblias. Pero si bien algunos eran realmente preciosos, portadores de consuelo y ánimo, otros eran expresiones arcaicas que nada me decían. Por ejemplo, me venían a la mente continuamente las palabras "Enalbardadme un asno…" (2 Samuel 19:26) "Echaban sus ofrendas en el gazofilacio…" (Lucas 21:1)

"Hasta que hayas pagado el último maravedí" (Lucas 12:59).

Supongo que en estos tres casos se trataba de palabras que me impresionaron en mi infancia por su sonoridad, pero que por cierto de muy poca ayuda me fueron en mi lecho de enfermo, y poco han de significar para mis contemporáneos latinoamericanos.

¡Cuánto de enalbarda miento y de gazofilacios queda todavía en nuestra Biblia! Y ¡Cómo se mejora todo esto en las versiones denominadas populares! He podido hojear en estos días la nueva Biblia completa en Versión Popular y he quedado admirado ante la facilidad con que se lee y se comprende.

Los evangélicos de este continente llevamos más de un siglo protestando por el uso del latín en la liturgia de Roma, práctica

Que en gran parte se ha abandonado luego del Concilio Vaticano. Pero al mismo tiempo nos aferramos en nuestras lecturas bíblicas a algo que no está por cierto muy alejado de ser un idioma desconocido e incomprensible para el hombre común del siglo XX.

La Biblia verdadera y única, para muchos, es la Revisión l909 de la versión Reina-Valera. Las posteriores son sospechosas de modernismo y otros males.

Los principales revisores de la l909, que fue apenas una de las veinte revisiones, fueron Cipriano Tornos y Juan Bautista Cabrera, fogosos predicadores y admirables estilistas. Ambos eran ex-sacerdotes, y sabían de hebreo y griego lo que sabía un español culto del siglo XIX, que por cierto no era demasiado.

Dentro de sus limitaciones, hicieron un buen trabajo. ¡Gracias a Dios por él!

La revisión l960, la más difundida, la hicieron en cambio personas que a la consagración unían otra condición indispensable: la de ser eminentes especialistas. A lo que se agrega el hecho muy importante de que para su trabajo contaron con muchos documentos antiguos que ni Casidoro, ni Tornos, ni Cabrera conocían.

Lo mismo en cuanto a las vapuleadas versiones populares. Los "vapuleadores" se olvidan que el Nuevo Testamento, en su original fue escrito en un lenguaje popular muy parecido al de "Dios llega al hombre". Y en sus vapuleos giran, con sus hechos si no con sus palabras: "¡Viva la oscuridad! ¡Viva lo incomprensible! ¡Muera la claridad! ¡Si lo bueno es oscuro, es dos veces bueno!"

Mientras escribía los párrafos anteriores, llegó una de mis nietas pequeñas de un campamento de niños. Estaba entusiasmada por los hermosos días pasados en las sierras, y por todo lo que había aprendido. Era su primera salida del hogar paterno, y tenía para ella las características de una tremenda aventura. Se puso a recitar una cantidad de textos bíblicos que le habían enseñado.

Por supuesto, ello me emocionó mucho. Entre otros versículos me repitió 2 Timoteo 3:16. Le pregunté entonces qué quería decir la palabra, redargüir. No tenía la menor idea. Es un término poco usual, pero muy sonoro. Queda muy bien, pero la generalidad de las personas no lo entiende.

Si en lugar de enseñarle el texto de la querida versión Reina Valera se hubiese utilizado la despreciada Versión Popular, la chiquitilla hubiese sabido que "Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender para corregir y educar en una vida recta".

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

En una socie d ad ha m bri e nt a d e p os ee r co sa s, h oy y si e m p re – n o es fá c i l p ara e l crist i ano “est a r cont e...