¿Cómo
me comunico con mi Padre del cielo?
¡Qué privilegio el poder hablar
personalmente con el Señor del cielo y de la tierra en cualquier momento!
Los discípulos de Jesús observaron
cuánto tiempo pasaba Jesús con su Padre celestial. Un día le preguntaron: “¿Nos
puede enseñar a orar?”
Su respuesta, a menudo llamada “El
Padre Nuestro” y que encontramos en Mateo 6:9–13, es un modelo. Fija nuestra
atención en Él. Le presenta nuestras necesidades de provisión, perdón y
protección y termina con alabanza.
Hable con Jesús como su mejor amigo.
Comience agradeciéndole y alabándole por Su gran amor por usted. Después,
preséntele sus preocupaciones. Puede compartir todo con Él. Él lo sabe todo, no
se va a sorprender de nada.
Muchos de los salmos de David son
clamores de ayuda en tiempos difíciles. En los salmos 17, 28, 61, 64, 70 y 86,
David clama al Señor pidiendo que le escuche y le ayude.
Cuando usted sabe que ha defraudado
al Señor, acuda a Él inmediatamente y pídale perdón. Él lo perdonará, lo
animará, le dará fuerzas y le dará claridad para enfrentar los problemas.
Recuerde, la oración es una
conversación continua con Aquel a quien está aprendiendo a amar y a confiar.
Con tan solo levantar la vista al cielo y sonreírle, o apretar su propia mano,
como si estuviera tomando la del Señor, puede traerle inmediatamente la
cercanía que necesita con Él.
Versículo Clave
"No
se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias"
Filipenses
4:6