sábado, 18 de marzo de 2017

CONFIAR EN DIOS EN CUANTO AL FUTURO



¿Está mi futuro seguro en Sus manos?
Cuando Gloria y yo estábamos comenzando nuestra familia, pasábamos horas y horas hablando del mundo con que nuestros hijos se iban a encontrar. Aunque todavía nos lo preguntamos, de una cosa estamos seguros: El futuro está seguro en las manos de Dios. Podemos confiar en Él, pase lo que pase.
La perspectiva histórica es un telón de fondo importante para confiar en Dios. La Biblia describe la historia con un principio y un fin. Es lineal, no circular, como algunas religiones sostienen, y con tres marcadores importantes:
  • La creación. La frase de apertura de la Biblia es: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Jesús estaba presente: “Él estaba con Dios en el principio” (Juan 1:2).
  • La redención y restauración. El nacimiento, muerte y resurrección de Jesús cumplió el plan de Dios para restaurar nuestra relación con Él. Ese fue el momento decisivo de la historia.
  • La consumación. La Biblia describe una “culminación” definitiva en que Dios reunirá “en Él todas la cosas, tanto las del cielo como las de la tierra” (Efesios 1:10).
Ahora estamos en el periodo previo a la consumación. Cada persona (¡incluyéndole!) y todos los acontecimientos tienen un propósito; ya sea un nacimiento o una muerte, un descubrimiento científico o una tormenta descomunal. No es momento de quedarse pasivo sino de vigilar, de estar involucrado y de confiar plenamente en Dios en todas las situaciones, mientras Él escribe Su glorioso último capítulo (ver Mateo 24:42).
Versículo Clave
"Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin"
Apocalipsis 21:6

UNA PERSPECTIVA ETERNA



¿Cómo me mantengo centrado en lo que perdura y es más importante?
Cuando estamos estudiando para un examen, cambiándole los pañales a un bebé o cerrando un trato de negocios, es difícil darle mucha importancia a la eternidad. La mayor parte del tiempo estamos pensando en lo siguiente que vamos a hacer. Pero las Escrituras nos recuerdan que "Dios puso la eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11). Hay algo en nuestro interior que nos llama a comprender lo que perdura y lo que es más importante.
La Biblia es nuestra guía fidedigna para entender lo eterno; asegurándole al creyente en Jesucristo que la promesa de vida eterna es tan cierta como la realidad de su propia vida. El apóstol Pablo comprendió que estábamos diseñados para la eternidad: “En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas la cosas” (Filipenses 3:20–21).
¿Tiene esta perspectiva un efecto sobre nuestra vida en la tierra? ¡Por supuesto que sí! La confianza en el propósito final de Dios produce verdadera esperanza y nos da la fortaleza de perseverar, sea cual sea la prueba. A comparación con la eternidad, nuestra vida diaria no es más que un momento, un vapor.
Podemos decir, con el apóstol Pablo: “…porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado” (2 Timoteo 1:12).
Versículo Clave
"Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento"
2 Corintios 4:17

ISAÍAS 41:10 RVR1960


No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

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