domingo, 27 de junio de 2010

COMO UN CÁNTARO

Por: ESTER OTERO DE TEJERINA / EDUARDO RODRIGUEZ

Señor, quisiera estar tan llena de ti, como un cántaro en el fondo del mar, está lleno de mar.

Señor, que tu Espíritu sea la substancia en que mi ser entero se sumerja, para que por dentro y por fuera, de este ser, que tú sabes que soy, se modifique la forma de vivir de tal manera, que se pueda olvidar lo que yo fuera. Yo creo que el contacto de esta agua trae poder a la carne que salvaste. Más que el sello de eterna garantía, más que una constancia, ¡quiero vida! Esa vida abundante que a los tuyos, tú mismo prometiste. Si eso es bautizarse pues: ¡bautízame!

En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo:

Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el

Profeta Isaías, cuando dijo:

 

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas. (Mateo 3: 1-3)

Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le

Oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió:

Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús,

Después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al

Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos,

Que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. (Mateo 3: 13-17)

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

En una socie d ad ha m bri e nt a d e p os ee r co sa s, h oy y si e m p re – n o es fá c i l p ara e l crist i ano “est a r cont e...