viernes, 28 de mayo de 2010

LA MUERTE

La muerte se cita en la Biblia como un sueño (Jn.11:11), la disolución de la morada terrestre (2 Co.5:1), abandonar el cuerpo (2 Pe.1:14), el pedir el alma de parte de Dios (Lc.12:20), ir por el camino por el cual no se vuelve (Job.14:2) y el reunirse con los padres (Gn.49:33), descender al silencio (Sal.115:17) expirar (Hch.5:10), tomar al polvo (Gn.3:19), ser cortado (Job.14:2) y partir (Fil.1:29).

El lector asiduo de la Biblia podrá concordar en que todos estos conceptos acerca de la muerte son complementarios. Y que el mensaje total de las Escrituras destaca los esfuerzos de Dios por librar de la muerte a su Creación y para dotarla de una vida abundante y eterna.

En su primera epístola a los Corintios, capítulo 15, San Pablo resume a grandes trazos la historia de la salvación. Recuerda su principio: la caída de Adán, por quien vino la muerte a todos los hombres; el centro: la resurrección de Jesucristo, segundo Adán, es decir, segundo comienzo de la humanidad, por el cual se dio la vida a todos los creyentes; finalmente el término: el estableci­miento del reinado de Dios por la destrucción de todas las fuerzas anti divinas. Y el apóstol concluye: "el postrer enemigo que será destruido es la muerte".

Toda la enseñanza cristiana sobre la muerte y la vida se encuentra contenida en esta declaración lapidaria. Según el Nuevo Testamento, la muerte no es un fenómeno natural; no es el término normal de la existencia humana; no es en sí misma una liberación. Es la expresión suprema del mal; es el mal convertido en potencia demoníaca, que extiende su poder usurpado sobre toda la creación, sobre la humanidad y sobre el universo. Es, en una palabra, lo que no debe ser y que no será eternamente.

Ese poder, en efecto, será destruido. La prueba es que ya está vencido. La resurrección de Jesucristo es la primera victoria decisiva de la vida divina sobre la muerte. "Dios lo levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella" (Hch.2:24). Ya la victoria de Cristo despliega sus efectos vivificantes en el plano espiritual, al dar a los creyentes, en el tiempo presente, la verdadera vida. Esta victoria concluirá el último día, en que el terreno físico, con la resurrección de los fieles, la restauración del universo y aniquilamiento de la muerte.

HABLEMOS AHORA DEL MATERIAL QUE PRESENTAMOS

En su artículo "La Noche Viene", David Somerville recoge las figuras bíblicas de la vida como el día y la muerte como la noche. Utilizando estos símbolos considera que así como "un día malgastado es un día perdido…una vida malgastada es una vida perdido, que nunca volverá". "Nuestra vida es nuestro día".

En su segundo tema, titulado "La Muerte en la Mente de Dios", trata de las diferentes actitudes que ante la muerte hay cristianos y no cristianos. Pues mientras éstos "no están en condiciones de enfrentarse con su creador" aquéllos pueden avanzar confiados aquél que dijo: "Voy a preparar lugar para vosotros".

En "Primera Corintios 15", Miguel Ángel Zandrino dice que "éste es uno de los pasajes de la Biblia que más luz arroja sobre el misterio de la muerte y la resurrección". Basándose en dicho capítulo nos ofrece un ameno trabajo en el que busca aclarar diversos conceptos sobre la persona humana, el significado de la muerte y la vida después de la muerte.

El mismo autor, en "La Muerte, ese Misterio" plantea la crucial pregunta: ¿qué es muerte? y sostiene que "el hombre natural interroga a su alrededor, y se interroga a sí mismo. Y allí quedan las preguntas sin respuesta. Solamente en la Biblia hallamos luz suficiente para satisfacer nuestras ansias de eternidad". Afirmado sobre el texto afronta los aspectos más salientes del tema.

En "Tristeza y Llanto ante la Muerte" Guillermo Cotton ofrece un meduloso análisis de estos estados de ánimo motivados por la muerte. Y lo hace a la luz de hechos y enseñanzas de la Palabra. Señala que "debemos buscar la lección que Dios nos enseña a través de la tristeza" y asegura que "llorar es parte del lenguaje del alma".

En "El Gran Interrogante de la Muerte" Salvador Dellutri afirma que la muerte" lleva al hombre al cuestionamiento del ser. ¿Qué es el hombre? es la gran pregunta de la muerte". "Pero nunca en las Sagradas Escrituras la pregunta bordea la desesperación. Siempre es un ser que dirige al Ser que está del otro lado y que tiene todas las respuestas"

En "El sentido de la muerte", constituye un apasionante capítulo del libro "Biblia y Medicina" del célebre médico cristiano de Ginebra, Dr. Paul Tournier. Basado en conceptos de dicho capítulo, Miguel Ángel Zandrino (h.) nos presenta sus interesantes pensamientos titulados "Reflexionando sobre la Muerte con Paul Tournier".

En "Liberación de La Muerte" G. Colósimo estima que "la cuestión de la suerte del hombre después de la muerte constituye uno de los más grandes enigmas del corazón humano". Que "felizmente el cristiano cuenta con…la revelación de Dios en Jesucristo". Según ésta, para el creyente "la muerte física no es jamás la suprema instancia, sino una transición hacia un más allá superior".

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

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