viernes, 17 de febrero de 2017

LIBERTAD DEL ABUSO FINANCIERO



¿Debemos diezmar bajo presión? ¿Sembrar para ganar el favor de Dios? ¿Pactar con Dios?

Al terminar de leer, tú mismo puedes deducir si estos conceptos hacen parte del Nuevo Pacto. El Pacto en el que estamos hoy. Si es válido después de la cruz.

(La imagen y el título son provocadores, por eso, antes de llegar a conclusiones o respuestas, te rogamos leer la publicación completa y también el contexto de los pasajes que se exponen. Daremos la bienvenida a las respuestas en tono cortés, así como a las que contengan algo de certeza espiritual y bíblica y que demuestren que has leído completo. Para evitar malos entendidos, el resto de las respuestas serán borradas).

Por años y años hemos recibido la enseñanza sobre el diezmo con muy buenas intenciones, hace parte de la doctrina básica. No obstante, después de la cruz, el diezmo no es un requisito de Dios.  Cuando Jesús expulsó a los cambistas del templo, fue porque ellos impedían a los extranjeros, los ciegos y los cojos acercarse a Dios. Del mismo modo, hoy en día algunos líderes de forma involuntaria levantan barreras para impedir a los hermanos acercarse a Dios. Barreras que Jesús ya eliminó.

El diezmo y el Evangelio de la Gracia van de la mano. Por eso, lo voy a explicar dentro de este panorama. Si entendemos la función del diezmo, entenderemos el Nuevo Pacto de la muerte y resurrección de Jesús.

Tristemente se ha creído que estar bajo la Gracia y ser 100% perdonado es sinónimo de tener licencia para pecar. Del mismo modo, cuando escuchamos la idea de que no estamos obligados a diezmar pensamos que debemos parar de ser generosos. Parar de dar y aportar a la obra de Dios. Pero, la verdad es mucho más completa: Si hemos aceptado la obra consumada de Cristo, estamos 100% bajo la Gracia, libres para vivir una nueva vida, la Vida de Cristo en nosotros (Lee Romanos 6).

Esto significa que el Padre Amado expresa Su Vida a través de nosotros, expresa toda su conducta, incluyendo lo que hacemos con el dinero.
Lamentablemente, no tenemos clara la diferencia entre el Nuevo Pacto y el Antiguo Pacto (como se explicó anteriormente en esta publicación: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=913901778629416&id=396402640379335), e inconscientemente usamos la ley para controlar el comportamiento de la congregación. Por tradición, pedimos el diezmo para recaudar dinero. Repito, este no es un llamado al libertinaje, a la pereza o a la tacañería, sino un llamado para permitir una verdadera comunión con Cristo Vivo y dejarlo expresar Su Vida y Su Naturaleza en todos los sentidos. Así que te invito a leer la publicación del enlace mencionado y más pasajes bíblicos que cité: Romanos del 5 al 8, Hebreos del 7 al 10, 2 Corintios del 3 al 5 y Gálatas del 1 al 6, para dar un contexto a mis comentarios sobre el diezmo. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13: 8), pero los Pactos de Dios con la humanidad cambiaron para siempre en el año 30 y el 70 D.C.

Dicho esto, vamos a empezar con 2 Corintios 8 y 9, donde Pablo explica a fondo el pensamiento acerca de dar dinero. Pablo es nuestro ejemplo a seguir hoy en día. Aunque su explicación es completa, voy a hacer algunos comentarios:

1) No dejes que nadie te cite el versículo 9:6 fuera de contexto: "El que siembra escasamente, escasamente segará; y el que siembra generosamente, generosamente segará”. Si lees este versículo en su contexto, esto no quiere decir que si le das dinero a la iglesia institucional, Dios te recompensará financieramente con una buena oferta laboral o alguna otra cosa material, o que al no dar dinero, caerás en quiebra financiera. Para entender a fondo, lee los capítulos 8 y 9 en su totalidad, mira el contexto y su significado. Al dar tenemos el privilegio de fortalecer el Cuerpo de Cristo, la verdadera iglesia (las personas que hemos creído en Él, no un edificio). Estaremos muy felices cosechando almas para Cristo, viendo a otras personas despertar a la adopción de la Vida Eterna, ayudando y compartiendo con el prójimo. Pero, la idea de dar dinero para obtener beneficios, es una perversión en dos sentidos: es el orgullo humano tratando de ganar el regalo que Dios ofrece gratis (tan insultante como si tratáramos de pagar a un amigo por un regalo), es dar para recibir. Dios da para dar, no para obtener algo a cambio, da porque Él es el mismo amor, Él es dador y entregado. Gracia significa expresar su naturaleza, por lo que también cuando damos, sólo damos, sin esperar nada a cambio. La cosecha es disfrutar de ver la edificación del Cuerpo de Cristo, de la que tú y yo somos parte.

2) El versículo 9:7 "Cada uno de como ha decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre”, no es lo mismo que: ”Tiene que ser X porcentaje  y tiene que ser entregado en X edificio llamado la Iglesia X. Es completamente incompatible con "Dad a Dios lo que es de Dios","Esta parte no es tuya", o ”entrego el diezmo como retorno".

3) En Deuteronomio 14, vemos que el diezmo no era dinero, era comida. Se podría convertir en dinero en efectivo por motivos de viajes lejanos y luego se convertiría de nuevo en comida, pero nunca se le ofreció a Dios en forma de dinero.

4) Es verdad que el diezmo existía antes la ley, así que no se puede predicar como si fuera una ley, esto no es acertado. Podemos confirmarlo leyendo Gálatas del 1 al 6, donde Pablo condenó en términos muy fuertes tomar como requisito la circuncisión, que también existió antes de la ley (además de los sacrificios), pero estas personas lo tomaron como ley.

¿Qué pasa con las referencias al diezmo en la Biblia?

Vamos primero a Malaquías 3: 8-10, que es muy citado para hablar del diezmo para hoy:

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

¿Cómo interpretar este pasaje desde la nueva posición que tenemos en Cristo?:

Este *requisito* de  diezmar es parte del Antiguo Pacto, de la Ley Mosáica, que fue dada sólo a los judíos, no a los gentiles. Este Pacto se hizo obsoleto con la muerte de Jesús, y desapareció por completo con la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 (Hebreos 8:13) (al final, haré claridad sobre una distinción importante entre Antiguo Pacto y Antiguo Testamento).

2) Esta sección es una continuación del pensamiento que comenzó en Malaquías 2:1: "Ahora, pues, este mandamiento es para ustedes, los sacerdotes”. Es decir, para un cierto grupo de sacerdotes en un contexto específico. En el texto original no había lista de capítulos y versículos; lee con detenimiento para que veas la continuidad por ti mismo. Para que veas la importancia del contexto, al ir leyendo, pregúntate: ¿quién habla a quién? ¿Bajo qué Pacto está hablando? Y ¿bajo qué circunstancias?

3) El versículo 2:2: del mismo pensamiento, Dios dice que ha maldecido a estas personas, y se compromete a maldecirlos más. En la interpretación de la Biblia hoy, una pregunta muy útil es: ¿Esto es posible después de la Cruz? La respuesta es definitivamente "No". Cristo se hizo maldición por nosotros y quitó toda maldición. (Gálatas 3:13, Romanos 8:1; 2 Corintios 5:21).

4) Malaquías 3:10 dice: "Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento [comida] en mi casa ... Espera. ¿Templo? ¿Qué tiene que ver este templo con nosotros? ¿Y mi casa? Nosotros, nuestros cuerpos físicos ahora son el templo, la casa de Dios. Nos congregamos en un edificio dedicado a este fin y es justo ayudar con los gastos que se generan, pero no es acertado usar términos como templo, capilla, altar, etc., para referirse a un edificio, o partes de él. Nosotros somos la iglesia, el templo, la casa de Dios, y donde están dos o más reunidos en el nombre de Dios, allí está la Iglesia. Las cosas físicas en el Antiguo Pacto eran una sombra, las cosas espirituales en el Nuevo Pacto son la realidad. El templo al que Malaquías 3:10 se refiere es el templo de Jerusalén, que fue destruido en el año 70. Hoy en día somos el verdadero templo de Dios.

5) La historia de fondo de Malaquías 3:10: Los levitas recibían una décima parte de la cosecha de las once tribus de Israel a cambio de su trabajo ofreciendo sacrificios en el Templo. Hubo un tiempo (Nehemías 13:10-13) en el que los levitas no recibieron estos diezmos y salieron del templo para trabajar por su comida. Dios reprendió a los líderes por hacerlo. El Antiguo Pacto no es para nosotros, es para los judíos. En todo caso ese templo y ese sistema fueron destruidos en el año 70 DC.

Entonces, tengamos en cuenta que toda la Biblia fue escrita para nuestra instrucción, pero en muchos casos sólo somos observadores de lo que dice, no participantes ni beneficiarios. Miremos siempre el contexto: a quién va dirigido.

6 ) Dar para recibir es una perversión del amor de Dios. Dios da para dar, porque Él es amor en sí mismo. Es un Dios entregado. Ahora Él habita en cada uno de sus hijos, somos su reflejo vivo, Él nos inspirar a dar y compartir sus bienes, sin pensar en recompensa financiera. El antiguo Pacto es una sobredosis de “Si haces lo bueno, recibirás el bien; si haces lo malo, recibirás el mal”. Esta sobredosis tiene un propósito y es es agotar el orgullo y el esfuerzo humano. Llevarnos al límite al comprender que por mucho esfuerzo, nunca lograremos el estándar. Jesús le dio la espalda a esta economía, otorgando el favor y las bendiciones de Dios a los que menos las merecían. Las referencias en el nuevo Pacto de la siembra y la cosecha tienen su propio significado y contexto, lo comprobamos al leer 2 Corintios 8:9 y Gálatas del 1 al 6. (Una clave: no confundamos castigo con consecuencias).

En los Evangelios, Jesús hace referencia a dar el diezmo, pero recuerda que Él mismo estaba todavía bajo el Antiguo Pacto (Gálatas 4: 4-5). Antes de su muerte y resurrección, su trabajo en la tierra era poner un estándar mucho más alto que el de la Ley Mosáica, para frustrar a sus oyentes a fin de que se rindieran de su auto-dependencia y descubrieran que necesitaban un redentor, un salvador que viviera por ellos. Igual nos pasa hoy. La ley es santa, pura y perfecta, pero cumplirla no nos da libertad. Cuanto más intentamos cumplirla y no pecar, no fallar, menos lo logramos, más nos frustramos. ¿Recuerdas que el poder del pecado es la ley (1 Corintios 15:56; Romanos 3:20)? No desechemos las palabras de la Biblia, pero tengamos en cuenta el contexto.

En Hebreos 7, se toca el tema del diezmo, pero no es una declaración para hoy, sino una afirmación de la superioridad de Cristo por encima de todos, incluyendo a Abraham, (algo impensable para los judíos hasta entonces).

*Una vez* Abraham regresaba de una guerra, se encontró con el sacerdote Melquisedec y le dio la décima parte del botín de guerra y recibió una bendición, dos hechos que demostraron la superioridad de Melquisedec, una sombra de Jesús. Pero:

1) Fue una situación única.
2) Melquisedeq  no *exigió* los diezmos de Abraham.
3) Abraham dio sólo una décima parte del botín de guerra, no de sus bienes materiales o ingresos; estando en pie de guerra y lejos de casa, hubiera sido imposible llevar todo esto con él.
4) Abraham se negó a quedarse con el otro 90%. Al parecer dio el 90% al rey de Sodoma, o se lo regresó a sus dueños originales; no está del todo claro en el texto, pero no era para Abraham. (Leer Génesis 14).
5) No todo lo que hizo Abraham es un modelo que estamos obligados a seguir, por ejemplo casarse con su hermana.
6) El punto más importante no es que Abraham dio el diezmo; es que Leví (representante de la ley) dio el diezmo. Es decir, el linaje levita, de la ley, demostró la superioridad del linaje de Cristo, de la gracia. (Hebreos 7:9,10) (Juan 1:17: la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.) ¿Cuál es el mayor sacerdocio?
7) Aquellos que hoy exigen que los creyentes en Jesús vivan como israelitas en el diezmo, no viven ellos mismos como los levitas (sin herencias, sin sueldos, sin terrenos o propiedades).

Hebreos fue escrito en el año 67 DC, mientras que el Templo de Jerusalén todavía existía, antes de su destrucción por los romanos en el año 70. Los diezmos continuos eran para los sacerdotes y levitas, para compensarles por el trabajo duro y *continuo* para hacer sacrificios de animales por los pecados del pueblo. (Nótese la palabra *continuo*). El templo terrenal era una representación de la morada de Dios. En aquellos días, estaba explícitamente prohibido cualquier tipo de mueble para sentarse porque el trabajo nunca se terminaba. Cuando Jesús entró a través de otro sacerdocio, hizo el sacrificio perfecto y final, entró en el Lugar Santísimo, literalmente, en el cielo, y se *SENTÓ* a la diestra de Dios - ¡Consumado es! -  allí permanece hasta ahora. Su sacrificio fue único y suficiente para toda la humanidad en todos los tiempos. Al respecto lee Hebreos del 7 al 10 y confírmalo, analiza el versículo 7:12: "Porque cuando cambia el sacerdocio también tiene que cambiar la ley" - ¡pensemos en lo que esto implica!

Si estamos dando el diezmo *por obligación*, estamos diciendo que nuestro sacerdote sigue trabajando y haciendo sacrificios. ¿Quién es nuestro sacerdote? ¿un levita, o Jesús?

En resumen, en Cristo estamos libres de toda ley, incluyendo el diezmo. Fuimos liberados por la ley del espíritu de vida, es decir que el Espíritu Santo vive en nosotros y nos guia con amor a cada momento. Hemos recibido el Espíritu de adopción. En Cristo somos nuevas criaturas, literalmente somos Su morada. Somos 100% perdonados y transformados espiritualmente. Tenemos el enorme privilegio de ser Su cuerpo y Su reflejo en esta tierra. Sus mandamientos: Cree en Él y ama como Él te ama, incluyen la gestión de tus bienes materiales. Da generosamente como Él te guía de forma individual.
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Adición: Debido a algunas respuestas recurrentes que he recibido, quiero hacer tres aclaraciones:

1) Diferencias entre Antiguo Pacto / Antiguo Testamento y Nuevo Pacto /Nuevo Testamento.
2) Entender el Nuevo Pacto es de suma importancia.
3) Entender la función del diezmo, y entender el Nuevo Pacto, van de la mano.

1) Antiguo Pacto /  Antiguo Testamento no son lo mismo, y el Nuevo Pacto / Nuevo Testamento tampoco son lo mismo.
La división de la Biblia en el Antiguo Testamento / Nuevo Testamento es algo confuso, pues no se trata solo de una hoja entre Malaquías y Mateo. No todo en el Nuevo Testamento es del Nuevo Pacto, y no todo en el Antiguo Testamento es del Antiguo Pacto. La sombra de Jesús y su obra terminada (Nuevo Pacto) se encuentra en todo el Antiguo Testamento. Y ya que Jesús nació y enseñó.

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