martes, 28 de febrero de 2017

RESPONDER A DIOS



por John Beckett
¿Cómo respondo a Dios?

Supóngase que está caminando por la espesura de un bosque y se sale del camino y se pierde. Cae la noche y con ella, el frío y la oscuridad. No tiene ni comida ni agua. Comienza a dar tumbos a ciegas, frenéticamente y sin sentido. El miedo le consume: “a lo mejor nunca conseguiré el camino de regreso.”

Luego sus ansiosos ojos divisan una luz a lo lejos. Se da cuenta de que ¡Alguien lo está buscando! La luz se aproxima y grita: “¡Estoy aquí!” Usted oye la respuesta: “¡Siga gritando!” Poco después aparece su rescatador: un guarda forestal que conoce el bosque como la palma de su mano y sabe el camino de vuelta. Lo guía con seguridad. Lo acompaña hasta la puerta de su casa y le dice: “Ahora ya está a salvo”. Totalmente aliviado, usted responde de la única manera que puede, con profunda gratitud: “No sé cómo se lo podría pagar…” Sabiendo que no hay dinero suficiente que pueda pagarle.

De la misma manera, nuestro Padre celestial nos rescató. Nuestra situación era incluso más desesperada de lo que hubiéramos imaginado. No había manera de salir de ella por nuestros propios medios. Entonces, vino Él personalmente y nos llevó a casa, redimiéndonos de un peligro mortal.

Nuestra única respuesta razonable es amarle con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas. De hecho, un mensaje central de la Biblia es que fuimos creados para un gran propósito: recibir y devolver el amor de Dios. ¡Es una calle de dos vías!
Versículo Clave

"Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero"

Juan 4:19

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

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