El
evangelio debe ser compartido con todas las personas del mundo.
Imagínese que usted descubre una cura
sencilla para todo tipo de cáncer. ¿Compartiría la noticia con otros?
¡Seguramente que sí!
Bueno, la humanidad entera está
enferma de algo mucho peor que el cáncer. Se llama pecado y causa una muerte
eterna. Pero Dios en Su misericordia, ha provisto la cura: Su Hijo Jesucristo.
Esta buena noticia necesita ser
compartida con todas las personas del mundo. El último mandato de Jesús a Sus
discípulos fue que compartieran el evangelio con todo el mundo y que los
ayudaran a convertirse en Sus seguidores (Mateo 28:19).
Comparta
su Historia
Usted puede comenzar compartiendo con
un amigo lo que ha sucedido en su vida. El Evangelio de Juan relata cómo Jesús
sanó a un hombre ciego. Los líderes hostiles de aquella época lo hostigaban
preguntándole acerca de Jesús. El hombre que recuperó la vista simplemente
dijo: “Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo” (Juan 9:25).
Comience compartiendo su propia
historia. Dígale a otros cómo Jesús le ha cambiado y perdonado sus pecados. Su
vida puede demostrarle a otros cómo Dios puede cambiar a las personas.
Comparta
la Historia de Dios
Después de compartir su historia, explique
el Problema (el pecado) y la Solución (Jesús), la cual está resumida en Romanos
6:23, “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da
es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.”
Dígale a su amigo que nadie es lo
suficientemente bueno para llegar al Cielo, pero que a todos los que “lo
recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser
hijos de Dios”. Luego, simplemente invite a su amigo a pedirle a Jesús que lo
salve y lo perdone.
Hágalo
Todo en el Poder del Espíritu
Lea la primera parte de Hechos 1:8,
“Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes…"
Note que no tenemos que depender en nuestro propio poder, sino en Dios, a
través del poder del Espíritu Santo, tal y como lo explicamos en la lección
sobre el Espíritu Santo en esta serie.
Jesús también enseñó esto cuando
envió a los discípulos, diciendo, “…el Espíritu Santo les enseñará en ese
momento lo que hay que decir” (Lucas 12:11-12).
Ayude
a Otros a Buscar a Jesús
En el poder del Espíritu Santo,
comparta su historia, comparta la historia de Dios y déjele los resultados a
Dios. No todo el mundo va a decidir seguir a Cristo. Nuestro trabajo es
compartir las Buenas Nuevas y Dios se ocupará del resto.