jueves, 8 de julio de 2010

EL PREDICADOR Y SU DISCIPLINA PERSONAL

Hay temas que son como las columnas en las cuales descansa el carácter de todo lo que será nuestra vida. Muchos estarán pensando: pero, ¿por qué no hablamos de cómo predicar? Sin embargo, les recuerdo que nuestro énfasis principal, es en lo concerniente a la personalidad del predicador. Ni el bosquejo, ni la técnica oratoria que utilicemos podrán suplir la falta de integridad en cualquier aspecto de la vida del predicador.

No me imagino como alguien que no aprendió disciplina podrá arengar a su congregación a que ordene su vida según el Reino de Dios.

"Las palabras discípulo y disciplina tienen la misma raíz. Un líder es una persona que primero se ha sometido voluntariamente y ha aprendido a obedecer una disciplina que proviene de fuera de si mismo, pero que entonces, se impone una disciplina aún más rigurosa desde dentro de él. Los que se rebelan contra la autoridad y desprecian la auto-disciplina pocas veces califican para los cargos importantes del liderazgo. (Entre ellos predicadores y maestros). Eluden los rigores y sacrificios que exige la disciplina divina. Muchos que han dejado la obra misionera lo han hecho no porque no tienen dones suficientes, sino porque hay muchas partes de su vida que no han sido puestas bajo el control del Espíritu Santo."

Muchos creen erróneamente que porque hacen cursos y seminarios de liderazgo ya están habilitados para el ministerio. Pues están equivocados, ¡por millones de kilómetros!

El que no ha aprendido a obedecer, a estar sumiso a las autoridades de la iglesia jamás debe permitírsele tocar las cosas santas del ministerio.

La desobediencia viene del mismo infierno. Es el mismo espíritu del diablo y aunque se disfrace de religiosidad, eso no es mérito para dejar que personas de ese tipo contaminen los utensilios del santuario. Como el sacerdote en la antigüedad llevaba escrito a la vista de todos "Santidad a Jehová", así también, la vida de una persona debe mostrar claramente su espíritu de obediencia, porque santidad y obediencia van tomadas de la mano.

Muchos cristianos "desordenados" de hoy andan con la cara larga, según ellos porque se sienten "ofendidos". Aducen: es que en mi iglesia el pastor no comparte el ministerio – cuando en verdad lo que quieren decir es: "Yo no sé por qué no me deja lucir mis grandes capacidades de predicar. ¡Oh, si yo predicara! Qué distinto sería la unción de las reuniones… "No dudes de que sería tan distinto que a la segunda semana le predicaría a la sillas…!

Algunos son como los niños que juegan a la guerra en la calle, cuando uno pasó y los vio tan quietos y sentados les preguntó qué les pasaba. Uno de ellos le respondió: "Es que todos somos generales y no encontramos ninguno que quiera jugar de soldado."

Mis queridos hermanos, es demasiada profunda la obra que Dios deberá hacer en nuestro carácter y en nuestro corazón, antes que podamos estar capacitados siquiera para participar de soldados en el ejército del Señor.

Nada es superficial en el Reino de Dios. Nada puede tomarse a la ligera. No es sólo pararse a dar un discurso. Es predicar para determinar el destino eterno de las almas. ¿Crees que se puede hacer esta tarea como cualquier charlatán de feria? No sería esto más bien vergonzoso para el evangelio y para el mismo Maestro de quien se dijo: "¡Nunca nadie nos ha hablado como este hombre!"

¿Avergonzaremos el nombre de nuestro Maestro por nuestra indisciplina y falta de dedicación a las cosas sagradas?

Dios nos dé un santo temor cada vez que por la misericordia de Dios, nos sea dado ponernos de pie con el sagrado libro en nuestras manos.

Y ¿qué decir de los jóvenes que piensan que con mucha prontitud pueden ocupar un lugar en el servicio de nuestro Rey? ¿Estarías dispuesto a Someter tu carne y tus pasiones a la disciplina de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo? ¿Qué precio estás dispuesto a pagar para servir a Jesús?

A un gran estadista que en una oportunidad hizo un discurso que cambió el rumbo político de su nación, le preguntaron ¿cuánto tiempo tardó en preparar su discurso? Él le respondió a su admirador: "Toda mi vida ha sido una preparación para lo que he dicho hoy."

Como dice J.O. Sanders: "Un joven con posibilidades de liderazgo trabajará cuando otros pierden el tiempo, estudiará cuando otros duermen, orará cuando otros juegan. No habrá lugar para hábitos descuidados y malogrados, ni en palabra, ni en pensamiento, ni en obra, ni en vestido. Observara una disciplina igual a la de un soldado en cuanto a régimen y comportamiento, para que pueda sostener una buena lucha. Él se encargará del trabajo ingrato que los demás eluden. Emprenderá la responsabilidad oculta que otros evitan porque no les dará el aplauso de los demás, ni gana con ella ningún aprecio.

El líder controlado por el Espíritu Santo no eludirá el enfrentarse a situaciones o personas difíciles y cogerá la ortiga cuando sea necesario. Con amabilidad y valor hará una crítica cuando sea necesaria o administrará la disciplina cuando así lo exige la obra del Señor. No aplazará el escribir una carta difícil.

Su papelera no esconderá las evidencias de su falta de coraje para enfrentarse con los problemas urgentes. Su oración será: Dios enduréceme para no obedecer a mis deseos, Los deseos del cobarde con voz patética, quien implora por la comodidad, el descanso y el gozo. Yo mismo, soy el traidor más grande de mi persona, Mi amigo más falso, Mi enemigo mortal, Mi obstáculo, en cualquier camino en que yo vaya.

¿Qué les parece? ¿Demasiado duro? Veamos entonces, otro ejemplo.

Cuando el Dr. Thomas Cochrane, el fundador de World Dominion Movement, fue entrevistado como aspirante para la obra misionera, se le preguntó: "¿A qué sitio en el campo misionero crees estar llamado?" contestó: "Sólo sé que deseo que me ofrezcáis el sitio más difícil." La respuesta de un hombre fuertemente auto disciplinado.

¿Sabes lo bueno de tener un Dios amoroso? Él siempre está con nosotros! No importa dónde estemos, no importa cómo estemos, no importa quiénes seamos: Él está a nuestro lado.

Jesús dijo: "he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20)

Cada día de tu vida debes vivir con la certeza de que Dios está a tu lado haciéndote compañía. Él no sólo nos enseña el camino a seguir, sino que siempre camina a nuestro lado.

Y si el camino se te hace difícil, recuerda que "el diablo le puso a Jesús las mismas trampas que nos pone a nosotros para hacernos pecar, sólo que Jesús nunca pecó. Por eso, él puede entender que nos resulta difícil obedecer a Dios. Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama". (Hebreos 4:15-16)(Biblia en Lenguaje Sencillo)

"Nuestro Dios es como un castillo que nos brinda protección. Dios siempre nos ayuda cuando estamos en problemas". Salmos 46:1 (BLS)

"Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían". Nahúm 1:7 (NVI)

El Salmista miraba lo que tenía alrededor, veía su situación y le cuestionaba al Señor, pero también él mismo se contestaba, porque sabía que su ayuda estaba en Dios:

"A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra". Salmos 121:1-2 (NVI)

"No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.

Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa". Isaías 41:10 (NVI)

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

En una socie d ad ha m bri e nt a d e p os ee r co sa s, h oy y si e m p re – n o es fá c i l p ara e l crist i ano “est a r cont e...