miércoles, 7 de enero de 2015

¿Quién Es Jesucristo?

¿Por qué Jesús vino a este mundo?

Jesús vino a través del cuerpo de una virgen.

Razón: Él tuvo que venir en su carne, para salvar a los seres humanos del pecado.

¿En qué forma El vino?

Él vino en una forma de la cual no dejaba mucho que desear.

Jesús vino a la nación de Israel, como hombre, y a través del cuerpo de la Virgen María prometida de José, porque El vino a cumplir la Palabra de la profecía para el bien de la humanidad. Cristo vino a ser la luz para este mundo oscuro.

Él vino a convertirse y a obrar como Intercesor entre Dios y la humanidad. Después de ser bautizado por Juan y mientras que cargaba en sus hombros los pecados del mundo, lo crucificaron y derramó su sangre en la Cruz. Como tal, él vino para dar la remisión del pecado y la vida a aquellos que creen.

Cristo vino a permitirnos entrar en el Reino de los cielos y que evitemos el infierno ardiente, creyendo en Su bautismo para limpiar el pecado y la sangre de la Cruz.

Este mundo había sido un mundo oscuro y desesperado. Antes de que Cristo viniera a este mundo, no había luz de la verdadera salvación, pero aun peor, estaba atrapado en la oscuridad. Jesús vino a un mundo tal como este. ¿Por qué vino Jesús? Él vino para brillar como luz de salvación a este mundo.

Realmente, Jesús no nació en diciembre. El nació en una época en la que los campos de Israel estaban llenos de hierba verde, cuando los pastores llevaban a sus ovejas a el campo abierto y las dejaban pastando allí (Lucas 2:8). Esto verifica el hecho de que su cumpleaños no fuera el 25 de diciembre.

¿Por qué, entonces, celebramos Navidad en este frío día del 25 de diciembre? Esto fue porque a partir de mediados del siglo VI DC., la Iglesia Occidental fijó este día del 25 de Diciembre como el cumpleaños de Jesús para prevenir la diseminación de la adoración pagana de un dios del sol. Pero este día era realmente un día para adorar al dios del sol. Proponiéndose inhibir la participación en esta celebración pagana y prevenir la adulteración de la fe de los Cristianos, el mismo día de la festividad pagana fue proclamado como el cumpleaños de Jesús, con un tipo de estrategia relacionada con luchar al fuego con fuego.

No estamos seguros de cuando exactamente es el cumpleaños de Jesús, pero sabemos de seguro que el Hijo de Dios vino a salvar a la humanidad entera, y por lo tanto pusimos un día del año para celebrar Su venida, sin importar si el 25 de diciembre había sido o no realmente un día de celebración pagana. Porque el mundo entero celebra el día en que Jesús nació para salvarnos de nuestros pecados, fijamos un día, lo recordamos, lo agradecemos y lo alabamos.

Cuando Jesús vino a esta tierra, el Diablo había engañado a toda la gente de este mundo, sus corazones fueron valorados por sus pecados, y no sabían en verdad la manera de recibir la vida eterna. Esta es la razón por la cual Dios Padre envió a su Hijo Jesús para salvar a las personas del mundo de todos sus pecados.

Jesús es el nombre del Salvador, significa El que salva a Su pueblo de sus pecados. Este es el Jesús que vino a este mundo. Cargando los pecados del mundo con su bautismo, Jesús fue condenado a la Cruz y de esta manera ha borrado todos estos pecados.



¿Era Jesús Dios?

Sí, Jesús era en esencia Dios Mismo. Jesús es El mismo qué creó el universo entero con la Palabra de Su boca. Este mundo, de hecho, fue creado por Dios. Juan 1:3 dice, "Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho." Jesús era Dios Mismo que vino a salvar pecadores. Jesús creó a este mundo y en el principio al universo entero. Cuando Jesús dijo, "que se haga la luz," entonces hubo luz. Cuando él dijo, "que se haga el sol," entonces vino a existir el sol. Esto fue por el mandato de Jesús, "que se haga," todas las hierbas, los árboles, el mar, el cielo, e incluso la humanidad vinieron a existir. Jesús es el Dios que creó en el principio todas estas cosas (Génesis 1:3-15).

Él era fundamentalmente el Dios de la creación. Todas las cosas fueron hechas a través de Él, y no había nada que fuera hecho sin Él. ¿Por qué, entonces, él vino a esta tierra encarnado en la carne de hombre?

Él vino a salvar a todos los pecadores de este mundo de todos sus pecados. La razón de que Dios viniera a la humanidad fue para que brillara la verdadera luz en cada uno de pecadores y de tal modo salvarlos a todos de sus pecados.

Juan 1:9-12 establece, "Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre,"

El Hijo de Dios vino borrar todos los pecados que habíamos heredado de Adán, el padre de la humanidad, y a conducir a la oscuridad fuera de este mundo. Su nombre es Jesucristo, y Jesucristo es el Hijo de Dios Padre.



¿Por qué la gente no recibe a Jesús en sus corazones?

Porque El ha salvado a los pecadores de sus pecados viniendo como un hombre humilde.

Porque la gente no abandona su propia fe y sus propios pensamientos.

Porque no comprenden que habían sido creados por Dios.

Porque no saben que estaban condenados al infierno porque habían sido pecadores desde el mismo momento de su nacimiento.

Porque la gente no sabe que Jesús es el Salvador.

Porque son ignorantes de la verdad.

Porque no reconocen a el Salvador que es Dios Mismo.

Porque no responden al evangelio del agua y del Espíritu.

Porque no conocen a Jesús, que es el camino y la verdad.

Jesús nació en Belén, una pequeña, ciudad rural en Israel.

¿Por qué Jesús nació en este mundo? Él vino a nosotros para salvar a los enfermos en este mundo y a los que en verdad viven vidas humildes en este mundo. Jesús vino a salvar a los que son atormentados por sus pecados, que desean entrar en el Reino del Cielo, y que desean ser arropados con la gracia de Dios. Esta es la razón por la cual Jesús nació en un establo.

Sin embargo, cuando Jesús vino a este mundo en semejanza de seres humanos, las personas de Israel no lo reconocieron como Dios y como el Mesías. No se dieron cuenta que él era Hijo de Dios, el mismo Dios el Creador que hizo el universo entero y todo en lo que está en él. Esta es la razón por la cual la gente de Israel no lo recibió. Esto es verdad aun hoy. Mucha gente en este mundo todavía no sabe que Jesús es el Dios de la creación y del Salvador que ha salvado a los seres humanos de todos sus pecados.

Isaías escribió que cuando Dios miraba desde el cielo, "Vio que no había nadie, y se asombró de que no hubiera intercesor [Salvador]" (Isaías 59:16). Dios Mismo tuvo que venir con la salvación, y El Mismo tuvo que venir a esta tierra y hacernos sin pecado —es decir, hacer al pecador sin pecado. Viniendo a esta tierra, para derribar la pared que se había originado en nuestra relación con Dios Padre como resultado de nuestros pecados y que nos había separado de Él, Él tomó todos los pecados de la humanidad sobre sí mismo con Su bautismo y destruyo la condenación de todos estos pecados de la humanidad al ser crucificado y derramado su sangre en la Cruz. Él, de tal modo, ha salvado a los que creen.

Sin tomar en cuenta que los seres humanos no tienen justicia propia, no importa que tan incapaces y débiles sean, y no importa cuántos pecados hayan ellos cometido, si solamente se dan cuenta que Jesús cumplió toda la justicia cargando sus pecados con su bautismo y con el derramamiento de su sangre en la Cruz, y si aceptan esta verdad en sus corazones, todos pueden ser salvados de sus pecados.

Como tal, hay solamente un verdadero Salvador en este mundo, y este Salvador solo es Jesús. El nombre de Jesús en sí mismo significa "El que salvara a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21).

¿Qué podemos nosotros hacer para entrar en el Cielo? ¿Podemos entrar en Cielo haciendo buenas obras?

¡No!

¿Naciendo en este mundo, podemos vivir siempre sin estar pecando?

¡No!

Es imposible para nosotros nunca pecar. No podemos nunca dejar de pecar por el resto de nuestras vidas hasta que sea nuestro propio fallecimiento. ¿Puede la gente entrar en cielo cuando tengan un pecado tan pequeño como un penique?

¡No!

¿Hay alguna persona en este mundo, entonces, que pueda entrar en Cielo por su propia fuerza?

¡No!

¿Por quién podemos entonces entrar en Cielo?

Podemos entrar en Cielo creyendo en el evangelio del agua y del Espíritu dado por Jesucristo.

"Porque El salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21). Dios nos hizo, y cuando caímos en pecado, Él se hizo hombre y vino a esta tierra para hacer que nuestros pecados desaparecieran. El qué vino así a esta tierra, fue bautizado, y murió en la cruz no es otro que Jesús.



¿Cuándo creemos en Jesús, cómo podemos recibirlo verdaderamente?

Juan 1:12 dice, "Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre." A los que creen que Jesús ha sido su salvador y ha borrado todos sus pecados, Él les ha dado el derecho de ser hijos de Dios. ¿A usted recibido el evangelio del agua y del Espíritu?

¿Qué es recibir la verdad? Uno puede recibir la verdad solamente cuando él/ella sabe la verdad del agua y del Espíritu. Cuando alguien está llamando a la puerta, primero preguntamos quiénes es y abrimos la puerta levemente, y si es alguien que conocemos, entonces abrimos la puerta completamente y le pedimos a él/ella que pase. Esto es recibir.

Aunque no hemos conocido a Jesús cara a cara, todavía creemos que él aceptó que todos nuestros pecados pasaran a él al ser bautizado en el río de Jordán. Agradezco a dios por esta verdad. No puedo extender ninguna garantía, pero lo qué si puedo garantizar definitivamente es la palabra de que podemos entrar en el Reino de Dios si solo creemos en el evangelio del agua y del Espíritu. Que te hace sin pecado es, en sí mismo, es convertirse en niños de Dios. La verdad es que usted recibe la vida eterna por la fe.

La fe que recibe las bendiciones del Cielo es la fe en el evangelio del agua y del Espíritu dado por Dios. Esto significa la creencia de que no solamente Jesús borró todos sus pecados con Su bautismo, sino que también El vino a esta tierra y quitó de una vez por todas cada pecado que usted cometerá durante el resto de su vida y hasta el final del mundo. Jesús, en el que Creo, nos ha hecho sin pecado de una vez quitando nuestros pecados del mundo de una vez por todas.

"Cree" La fe es una palabra hermosa. "recibir." Acepté en mi corazón la verdad de que Jesús es mi Salvador. Yo no Soy mejor que otra persona. Así pues, es la razón por la que puedo hablar en confianza e incluso en ocasiones estar orgulloso de mi fe en el evangelio del agua y del Espíritu.

Sin falta, espero que todos ustedes sepan y crean en el evangelio del agua y del Espíritu. Es solamente cuando sabemos la verdad del agua y del Espíritu y creemos en ella que podemos finalmente nacer otra vez, y llegamos a ser sin pecado, de tal modo también nos hacemos niños de Dios.

¿Usted sabe y cree en la verdad de que Jesús tomó todos sus pecados sobre sí mismo cuando lo bautizaron en el río de Jordán? Jesús aceptó la condenación de todos los pecados que tú has cometido a través del curso de tu vida entera y fue castigado en la cruz en tu lugar. Él entonces se levantó de entre los muertos en tres días y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios Padre. Incluso ahora, nuestro Dios está vivo.

Juan 1:9 dice, "Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre…" Esta Luz es la Luz de Jesús que tomó sobre si mismo los pecados del mundo al ser bautizado por Juan, muriendo en la cruz. Todo lo que tenemos que hacer es recibir esta luz verdadera que brilla por nuestro Señor. Debemos aceptar en nuestros corazones la verdad de que Jesús vino como el Salvador de nosotros los pecadores. Debemos creer que Jesús borró todos nuestros pecados al ser bautizado en el río Jordán. Cuando creemos que El cumplió así toda la justicia de Dios, podemos entonces ser salvados de todos nuestros pecados.

En nuestra carne, somos incapaces de creer en Jesús. Pero en nuestros corazones, podemos saber la justicia de Dios, creer en él, y de tal modo recibirlo. Una vez que, hemos estado en la negra oscuridad. Que esta oscuridad desaparece por la luz verdadera que brilla en nuestros corazones significa el retiro de nuestros pecados de nuestros corazones por nuestra fe en la Palabra de la Verdad. Esta Luz verdadera es la Palabra de la verdad con la cual hemos nacido otra vez del agua y del Espíritu, y la verdadera Luz nos ilumina porque en nuestro interior hemos creído y aceptado en nuestros corazones el bautismo que Jesús recibió de Juan y de su muerte en la cruz.

Se designa que los hombres que nacerán y morirán una sola vez. La Biblia nos dice que nuestro promedio de vida es de 70 años, o de 80 si somos fuertes (Salmo 90:10). Cada ser humano vive con los retos de la vida, y, en su final, debe estar parado al frente del Señor. ¿Qué lamentable sería si muriésemos sin saber la verdad del agua y del Espíritu? Incluso si viviéramos más allá de 80, todos debemos morir en algún momento. Pero simplemente no dejamos de existir después de morir. El juicio sigue a nuestra muerte. La bienvenida en el Cielo o ser arrojados al infierno se determina si tenemos la fe en el agua y la sangre de Jesucristo. Mientras que todavía estemos viviendo en esta tierra, debemos por lo tanto recibir la bendición de la creencia en el bautismo de Jesús y de aceptarlo en nuestros corazones.

Algunas personas dicen, "No soy alguien que puede creer en Jesús. ¿Por qué? Porque nací como un pecador natural, y la propensión al pecado es ilimitada." Pero incluso esas personas no necesitan preocuparse. Sus pecados, también, serán todos pasados a Jesús con Su bautismo y Su sangre, y, como tal, todo lo que tiene que hacer es confiarle todo a Él creyendo en su Palabra. Les suplico dejar en los pies de Dios todas sus debilidades y defectos de sus corazones, que usted no puede controlar, porque si usted solamente confía todos sus pecados a Él, nuestro Señor, siendo el Dios Todopoderoso que Él es, ha solucionado ya todos los problemas de sus pecados con Su bautismo y Su sangre.

Mientras que vivimos en este mundo, debemos creer siempre en nuestros corazones en el evangelio del agua y del Espíritu. Debemos vivir con nuestra fe preparada siempre para entrar en el Cielo. Y cuando creemos en el evangelio del agua y del Espíritu dado por Jesús, entonces nacemos de nuevo. Cuando usted lo hace así, deberá darse cuenta, que las bendiciones de Dios son entonces difundidas por el mundo entero a través de ustedes mismos.

Cuando creemos en el evangelio del agua y del Espíritu dado por Dios, El entonces nos protege. Debemos recibir a Jesús creyendo que Él es nuestro Salvador. Y agradecerle también por ser nuestro Salvador.



Debemos saber y creer que Jesús es divino y ser Humano (Juan 1:14)

Los apóstoles creen en el Hijo de Dios Nuestro Señor como el Salvador.

El nombre Jesús significa "El Salvador," y el nombre Cristo significa "ungido." Esto significa que Jesús cumplió con su papel de Profeta, que El es el Rey de Reyes, y, así mismo, El también cumplió el papel del Sumo Sacerdote del Reino del Cielo.

Primero que todo, el Antiguo Testamento especifica claramente que el Cristo a venir es Dios Mismo. Un pasaje representativo de esto se encuentra en Isaías 9:6, que indica, "Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz…"

Además, la propia palabra de nuestro Señor da testimonio a esta verdad. Para mostrar un par de ejemplos, Mateo 5:17 dice, "No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir…" Nadie más que el Salvador Dios Mismo puede cumplir la ley también, en Mateo 9:6, Jesús dijo, "Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados."

Pablo dijo en Filipenses 2:5-6, "Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse," y en Colosenses 2:9, él dijo, " Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El."

Sobre todo, las señales que Jesús se realizó mientras que estaba en esta tierra claramente nos muestran que Él es Dios. Con solamente cinco panes y dos pescados, El alimentó a más de 5.000 personas, sin contar a las mujeres y a los niños. En otra ocasión, El alimentó a 4.000 personas con apenas 7 panes y 2 pescados. Jesús también calmó a los vientos con su reprimenda. Él caminó en el agua, y salvó a Pedro que se hundió en el agua. Mateo 11:5 indica, "los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados." Todas estas cosas no pueden hacerlas los mortales, sino que pueden ser logradas solamente por Dios. Como tal, Cristo es claramente el Dios vivo y el Salvador.



¿Cuál es el Significado del Bautismo de Jesús? (Mateo 3:13-17)

Debemos creer que Jesús tomó los pecados del mundo sobre sí mismo al ser bautizado por Juan el Bautista (Mateo 3:15). Este bautismo que Jesús recibió de Juan era para cargar con todos los pecados e iniquidades de los pecadores de este mundo. Para darnos cuenta de esta verdad, primero debemos entender el significado de la palabra "así." Esta palabra está "así" en griego, y significa: 1) apenas de esta manera; 2) la más adecuada; y 3) no es de ninguna otra manera que esto. Es decir, cuando Jesús vino a esta tierra, Él tuvo que ser bautizado para aceptar que pasaran sobre él las iniquidades de los pecadores. Si no creemos así, nuestros pecados no pueden desaparecer.

Hay algunas personas que ha entendido mal el bautismo de Jesús y piensan equivocadamente que lo bautizaron para demostrarnos su humildad. Pero éste no es el caso. La Palabra del bautismo de Jesús por Juan testifica claramente la verdad de que lo bautizaron así para tomar sobre Sí Mismo todos los pecados de este mundo. Jesús podría ser el Salvador de los que creen en Por qué El, viniendo a esta tierra, aceptó todos los pecados de este mundo de una vez por todas cargándolos sobre su cuerpo de una sola vez al recibir Su bautismo por Juan.

No podemos mantener oculta la palabra de esta verdad del bautismo de Jesús. ¿Por qué? Porque lo qué Satán busca de los pecadores es hacerlos incapaces para saber la Palabra del bautismo de Jesús, el aspecto más importante de la remisión de los pecados de la humanidad, e incapacitarlos para creer en el.



El Bautismo de Jesús y la Sangre de la Cruz

El bautismo que Jesús recibió de Juan es la obra de la salvación a través de la cual él tomó los pecados de la humanidad sobre Sí Mismo. 1 Juan 5:4-6 nos dice que el bautismo de Jesús es esencial para nuestra salvación. Lo siguiente es la razón por la que Juan bautizó a Jesús en el río Jordán.

Que Jesús haya sido bautizado por Juan a significa que cumplió con toda la justicia de Dios —es decir, Jesús aceptó que todos los pecados del mundo pasaran a Él. Cuando bautizaron a Jesús, su inmersión en agua nos dice de su muerte, y la su emersión del agua nos habla de su resurrección.

El bautismo de Jesús corresponde a la Palabra del Antiguo Testamento encontrado en Levítico 16, en donde las ofrendas sacrificadoras aceptaban los pecados del pueblo de Israel con la imposición de las manos. Esto fue hecho así y tenía la misma razón en cuanto a porqué a Juan el Bautista bautizó a Jesús. Era la misma razón por la cual Jesús ordenó a Juan, "Tú me bautizarás. Permite que así sea. Es adecuado para nosotros para que cumplamos con toda la justicia." El dijo, "al ser bautizado por Ti, y al bautizarme, es apropiado para cumplir con toda la justicia."

¿Qué es lo que cada uno en este mundo desea y lo desea la mayoría? Llegar a estar sin pecado en sus corazones, en decir, convertirse en niños de Dios sin pecado. La Biblia nos dice que para que nos convirtamos así, debemos creer en la Palabra de que Jesús borró todos los pecados e iniquidades de los pecadores al ser bautizado y al haber derramado su sangre en la cruz, y nos dice también que es así creyendo en que podemos recibir la justicia de Dios. ¿Cuál, entonces, es toda la justicia de Dios? Es la Palabra que nos dice que así como en este mundo Juan bautizó a Jesús, las iniquidades de todos los pecadores se fueron y pasaron sobre el cuerpo de Jesús.

"Entonces así es adecuado para nosotros para cumplir con toda la justicia (que hace justo a todo pecador)." Jesús dijo a Juan, en otras palabras, por ser bautizado por Juan El cumpliría toda la justicia de Dios. Para cumplir con la justicia de Dios, Jesús tuvo que ser bautizado y de tal modo aceptar que pasaran a El todos los pecados y transgresiones de los pecadores. Por nuestra parte, lo qué debemos hacer es creer en el bautismo que Jesús recibió.

Jesús vino a hacer que desaparecieran todos los pecados e iniquidades de los pecadores. Pero los que no creen en la verdad están encadenados eternamente a sus pecados y no pueden escaparse de ellos. En la Biblia, no hay otra manera por la cual los pecadores se puedan salvar de todos los pecados del mundo sino solamente creer en el bautismo de Jesús y de la sangre de la Cruz escrita en la Palabra de Dios.

Incluso así, todavía hay muchas opiniones en contraste en cuanto al método con el cual Jesucristo ha borrado las iniquidades de los pecadores. Algunas personas dicen que la palabra de la salvación del pecado es solamente la Palabra de la sangre de la Cruz. Pero la Palabra escrita de Dios en la Escritura nos dice que la Palabra del bautismo de Jesús es lo más adecuado para que El haga que desaparezcan todos los pecados y transgresiones de los pecadores, porque Jesús fue bautizado y murió en la Cruz de una vez por todas.

Hombres y Mujeres: Disfrutando las diferencias

Por Carlos Miranda

"¿Por qué no puede la mujer ser como el hombre es?", preguntaba el profesor Higgins en la obra "Mi Bella Dama", de George Bernard Shaw. El profesor expresaba su desesperación por la actitud de su alumna, Eliza, quién no veía las cosas de una manera lógica, como él, sino que se dejaba llevar más bien por sus sentimientos. Claro que la obra está situada en la Inglaterra de principios de siglo. Hoy en día sabemos que las diferencias entre hombres y mujeres son mínimas. O al menos es la opinión que escucho generalmente de los jóvenes.

Y sin embargo... son estos mismos jóvenes los que expresan no entender del todo a su pareja, y un deseo de poder comprenderla. Y de ser comprendidos. Un humorista lo expresó de esta manera: "Hombre y mujer, un mismo planeta, mundos diferentes." Y quizá siguiendo esta idea el escritor John Gray titula su libro sobre estas diferencias "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus".

Es cierto que hoy en día las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a su desempeño en la sociedad son mínimas. Pero es por esta misma razón que el entender las diferencias propias entre los sexos es tan importante. Si pretendemos que nuestra pareja responda a ciertas situaciones de la manera que nosotros responderíamos, nuestra relación estará caracterizada por la frustración, durante el poco tiempo que dure.

No necesita uno ser más que un observador casual para darse cuenta de que existen diferencias entre hombres y mujeres. Estas se externan en la manera en que socializamos, cuidamos nuestra apariencia, perseguimos nuestros intereses, cuidamos nuestras relaciones, etc. Y aunque uno pueda argumentar que estas diferencias se dan por el condicionamiento social, eso no niega el que exista.

Por muy interesante que sea una disertación sobre las posibles causas sociales, psicológicas, históricas, etc. de estas diferencias, para nosotros tendría muy poca aplicación práctica. No es mi intención analizar estas causas, ni determinar si son correctas o incorrectas y por lo tanto necesitadas de cambio. A menos que seas un arqueólogo del futuro que se encontró este documento como reliquia de una civilización ya olvidada, en este momento te encuentras en un mundo en que los hombres y las mujeres son diferentes. Creo que lo que más te beneficiaría en este momento es conocer un poco sobre cuáles son estas diferencias, y cómo afectan tu relación con personas del sexo opuesto. Mi intención es que al entender esto, sepas aprovecharlas para disfrutar más estas relaciones.

Al hablar de hombres y mujeres, no puedo referirme en particular a ti, o a la persona del sexo opuesto con quién te relacionas. En este artículo estaremos hablando de dos grandes grupos de personas. Entiendo que dentro de estos grupos existe una gran variedad de personalidades. Es por ello que cabe la posibilidad de que al leer acerca de las características del sexo opuesto, te sientas más identificada o identificado con éstas que con las de tu sexo. Esto no es indicio de que tengas que ir al psicólogo. Las características que estaré mencionando se refieren, por así decirlo, al estereotipo de hombre y al estereotipo de mujer. No pretendo que todos los hombres exhiban todas las características que mencionaré de los hombres, ni que todas las mujeres exhiban las que mencionaré de las mujeres. El punto principal es entender que existen diferencias entre hombres y mujeres, y que podemos aprender a estar más que a gusto con estas diferencias, y no esperar que nuestra pareja siempre responda como nosotros lo haríamos.

Primeramente, debemos entender que el hombre y la mujer tienen intereses distintos. Esto es, lo que es importante para cada uno como persona tiene una base diferente. El hombre (recuerda, por lo general) está orientado y motivado hacia la consecución de logros, hacia conquistas. La mujer está más interesada en el proceso hacia los logros, y sobre todo en las relaciones personales involucradas en este proceso.

Durante un tiempo trabajé en una zapatería. No me llevó mucho notar que la experiencia de atender a un hombre que entra a una zapatería es muy diferente que la de atender a una mujer. Por lo general, cuando el hombre entra a una zapatería, es porque necesita zapatos. Esta necesidad es porque los que usa ya no le sirven más, o porque existe una situación que le requiere adquirir un par diferente a los que ya tiene. No era raro que el cliente se llevara sus zapatos nuevos puestos, y dejara los viejos. Así mismo, era raro que el hombre quisiera ver infinidad de modelos (después de todo, ¿qué tanta variedad hay en zapatos de hombre?) o que regateara mucho el precio. La necesidad existía, el camino a resolverla estaba bien delineado, tomaba la acción apropiada, y lograba su objetivo.

Para una mujer, comprar zapatos va más allá del satisfacer una necesidad práctica. Es todo un evento. Primeramente, era raro que una mujer llegara a comprar zapatos solos. Casi siempre iba acompañada de una amiga. La necesidad en este caso es poder compartir con alguien la experiencia. No es una necesidad práctica de zapatos la que lleva a una mujer a la zapatería. La necesidad es relacional, ya sea por la situación inmediata de compartir una experiencia con otra persona, o futura de ser aceptada en el evento social que amerita los zapatos en cuestión. Comprar zapatos le lleva mucho más tiempo a una mujer que a un hombre, y no necesariamente por contar con mayor variedad, sino porque para la mujer el proceso de comprar los zapatos y el compartir el proceso con alguien más (aunque fuera conmigo, el dependiente) es tan o más importante que la adquisición misma del producto.

En la relación de pareja, el hombre tiene ciertas metas u objetivos que le motivan a desarrollar la relación. La mujer es motivada por la relación en sí, y aunque también tenga ciertos deseos de hacia dónde quiere que progrese la relación, el proceso de desarrollo es más significativo para ella.

Otra área de gran diferencia entre hombres y mujeres es la manera de comunicarse. Esto es algo que se presenta desde muy pequeños, según se puede ver al observar cómo juegan niños y niñas en el parque o el kínder. ¿A qué juegan las niñas? A la casita, la comidita, las compras... juegos que requieren interacción con otras personas, ya sea otras niñas o sus muñecas, y que giran totalmente en rededor de conversaciones. ¿A qué juegan los niños? A los camiones, las luchas, la guerra, el fútbol... juegos con una meta generalmente bien definida y que sólo requieren de expresiones monosilábicas en el mejor de los casos, y guturales en la mayoría. Rara vez, si es que se da el caso, veremos a dos niños jugar a la guerra sentándose a tomar té y compartir el uno con el otro qué acciones les gustaría tomar en esta guerra, y cómo se sienten al respecto.

Para el hombre la comunicación tiene el propósito de dejar en claro, con el mínimo de palabras necesario, cuál es la situación presente. Para la mujer, la comunicación tiene el fin de permitirle compartir sus sentimientos respecto a la situación presente, situaciones similares en el pasado o posibles en el futuro, y personas involucradas en ellas. Desde tantas perspectivas como sea posible.

Es por esto que el hombre no ve la necesidad de continuamente declarar sus sentimientos hacia su pareja. Si le ha dicho que la quiere, y el sentimiento no ha cambiado, no hay razón de repetir la información. En ocasiones también se da el caso de que el hombre no está consciente, o seguro, de lo que siente. Como no puede establecer definidamente estos sentimientos, prefiere no decir nada al respecto. Por su parte, la mujer necesita continuamente escuchar cuál es el estado de la relación, principalmente en cuanto a sentimientos. Aún si el hombre no está seguro de qué es lo que siente, la mujer quiere saberlo. Es válido para el hombre decirle a la mujer que no está seguro de lo que siente, si es sincero y lo comunica apropiadamente.

Es necesario saber que, para la mujer, el cómo se comunican las cosas es tan importante como lo que se comunica. Para un hombre es suficiente que alguien le diga la información necesaria, basada en hechos tanto como sea posible. La mujer prefiere que el mensaje sea comunicado de tantas maneras creativas como sea posible. Por eso existen las florerías y negocios de tarjetas. Y es importante no limitarse a estas opciones. Muchos hombres se asombrarían al saber el efecto que tiene en la mujer una notita con las palabras "Te Quiero", colocada en un lugar estratégico de tal manera que la sorprenda. Tip importante: estas notitas deben ser escritas en papel especial (o sea, no uno recién arrancado de la libreta) y con tinta que no sea negra ni azul. Aunque nunca lo admita ante sus amigos, un hombre realizará una gran inversión al comprar papel con diseños florales (o corazones, ositos, etc.) y un bolígrafo con tinta color lavanda.

La comunicación también se refleja en una tercera área de diferencia entre hombres y mujeres: la resolución de problemas. De hecho, la diferencia comienza desde el punto de que, para el hombre, si existe un problema hay que resolverlo, de preferencia por uno mismo. Para la mujer, lo importante es hablar de la situación, e involucrar a otros en hablar de ella. Esto lo podemos ver en nuestras preferencias en cuanto a programas de televisión. Un hombre prefiere un encuentro deportivo, un problema que llegará a una resolución definitiva, aún si no es como él preferiría, y en el que no está involucrado emocionalmente; aunque es cierto que hay excepciones a esto último. La mujer prefiere las telenovelas, problemas basados en relaciones que se desarrollarán por meses, y de los cuales puede platicar extensamente con sus amigas.

Cuando el hombre enfrenta un problema, se retrae. John Gray habla de cómo el hombre se retira a "su cueva" cuando hay un problema. Esta cueva puede ser un lugar físico o una actividad en la cual el hombre pueda estar solo con sus pensamientos, ya sea para planear la solución al problema o para relajarse lo necesario para enfrentarlo. Lo último que busca el hombre es otra persona con quién hablar de su problema, a menos que haya determinado que necesita la ayuda de un experto, y entonces habla con éste.

Cuando una mujer enfrenta un problema, lo primero que busca es alguien con quién platicarlo. De hecho, para la mujer no es tan importante encontrar la solución al problema como el que alguien la escuche y empatice con ella. Y podemos ver cómo surge conflicto en la relación. Gray señala que, para el hombre, la mujer le quita el tiempo al hablar demasiado, mientras que la mujer se siente ignorada porque el hombre no quiere escucharla.

Cuando la mujer le relata un problema al hombre, el hombre interpreta esto como que ella quiere que él lo solucione, y en cierto sentido le hace responsable de la solución. Es por eso que, al escuchar el problema que enfrenta la mujer, el hombre decide que es preciso hacer algo, "dame sólo los detalles necesarios y yo me encargaré del resto". Pero la mujer no ha terminado de compartir sus sentimientos respecto al problema, y al notar que el hombre se impacienta con ella (porque quiere ir a resolver el problema), siente que a él no le importa cómo se siente ella, y que esto significa que ella no es importante para él.

De las cosas más valiosas que he aprendido desde que me casé, es que cuando mi esposa me cuenta algo que le sucede, no lo hace necesariamente porque quiere que yo le dé solución, sino porque quiere compartir sus sentimientos conmigo. Y es así que en ocasiones, cuando ella me está contando alguna situación y noto que empiezo a ponerme nervioso e impaciente, tomo un "tiempo fuera" y le pregunto: "¿Me estás contando esto porque quieres que lo resuelva o porque quieres que te escuche?" Dicho de la manera correcta (no como reproche, sino con interés genuino) ayuda grandemente a nuestra relación. La mayoría de las veces ella sólo quiere compartir sus sentimientos conmigo, y entonces yo puedo relajarme y escucharle, afirmando de vez en cuando que la entiendo sin tratar de ofrecer una solución práctica y rápida. Así mismo, ella ha aprendido que en ocasiones es mejor que me deje solo un rato antes de preguntarme qué es lo que me preocupa.

El entender los diferentes acercamientos a la resolución de problemas nos ayuda en la cuarta área de diferencia entre hombres y mujeres: las necesidades que tenemos como personas. En general, el hombre necesita ser necesitado y admirado, mientras que la mujer necesita sentirse amada y cuidada. Este es uno de los puntos en que se ve que la perspectiva de la pareja debe ser una de complementarse, no de ser dos personalidades iguales. También existe aquí una fuerte relación entre estas necesidades y los papeles tradicionales del hombre y la mujer, ya sean causa o resultado de éstas.

Estas necesidades deben considerarse durante el desarrollo de la relación, especialmente en momentos de definición como la decisión de casarse. Un amigo mío se divorció y dejó a su esposa con dos niños pequeños. Al preguntarle el por qué, él me daba como la razón de fondo (por lo general sólo se dan muchas justificaciones superficiales) que él nunca estuvo seguro de quererse casar con ella. Por la forma en que se desarrolló la relación, en la cual por lo general ella decidía qué nivel de compromiso existía entre ellos, él nunca tuvo la libertad de "cazarla". Así mismo, ella nunca tuvo la libertad de sentirse "perseguida".

Para el hombre es importante cortejar y "atrapar" a la mujer, esto satisface su necesidad de ser admirado; para la mujer es importante sentirse lo suficientemente valiosa para merecer el esfuerzo de ser "acechada", esto satisface su necesidad de ser amada. Por otra parte, al dejar que el hombre tome la iniciativa en la relación, se satisface su necesidad de ser necesitado, y el de la mujer de sentirse protegida. Esto no quiere decir que la mujer se vuelve pasiva. Como decía mi papá, "La ratonera no persigue al ratón, pero lo atrapa". La satisfacción de estas necesidades se puede dar en otras áreas de la relación, por ejemplo, cuando él le ayuda a reparar su auto, pero es en las decisiones importantes en cuanto al desarrollo de la relación cuando es más crucial tomarlas en cuenta.

Otra área donde es importante considerar estas necesidades es en la demostración física de afecto. Ya mencioné la importancia para la mujer en cuanto a la manera de comunicar las cosas. En la pareja, ambos quieren expresar su afecto por el otro físicamente, pero es bueno saber que las mismas expresiones no tienen el mismo significado para ambos. En una encuesta informal realizada en Estados Unidos se preguntó a hombres y mujeres cómo preferían que su pareja les demostrara afecto, con un beso apasionado o con un abrazo tierno. La mayoría de los hombres respondió que con el beso, la mayoría de las mujeres prefirió que su pareja las tomara en sus brazos. Y algunos escogieron ambas opciones.

Esta área de diferencia causa muchos de los problemas en la relación sexual de la pareja. El hombre responde con más facilidad a estímulos físicos. No sólo es su respuesta más hormonal (por así llamarla), sino que es también más enfocada. Cuando el hombre recibe un estímulo su cuerpo inicia una respuesta más que nada fisiológica y sin tomar en cuenta mucho más. En cierto sentido, se presenta una meta que alcanzar, y mientras más rápido se alcance mejor.

La mujer responde a estímulos emocionales. Su respuesta se da más en el área de los sentimientos, y toma en cuenta todo el contexto en que se da este estímulo. La mujer no reacciona con la facilidad y prontitud con las que lo hace el hombre, le lleva más tiempo y preparación. Una vez que comienza a responder, no le importa tanto una resolución física (orgasmo), sino el compartir la experiencia con su pareja.

Se da entonces la situación en que el hombre se enfoca en alcanzar la meta, y la mujer se siente usada. El hombre se sentirá satisfecho, ya que su necesidad es principalmente física, pero la mujer no se sentirá amada. Esto causará que la siguiente vez le sea aún más difícil responder a sus afectos, por temor de sentirse usada. Él lo interpreta como que no está haciendo lo correcto, que su desempeño no es suficiente, y lo hará con más esfuerzo y enfoque. Pero esto sólo empeorará la situación. Al final, el hombre siente que "no es lo suficiente hombre", y no satisface sus necesidades de sentirse necesitado y admirado. La mujer siente que fue usada, que cualquier otra mujer hubiera bastado, y no satisface sus necesidades de sentirse amada y protegida (ya que él no cuidó de sus sentimientos). Esta es una de varias razones por las que estoy convencido de que la relación sexual, para darse plenamente, debe reservarse para el matrimonio.

Tanto el hombre como la mujer deben estar conscientes, y ser cuidadosos, de que sus demostraciones de afecto, sobre todo las físicas, sean interpretadas correctamente por la otra persona.

En general, es bueno entender que en una relación entre personas de sexos opuestos, -ya sea amistad, noviazgo, o matrimonio-, ambos se acercan a ella con ciertas necesidades y perspectivas diferentes. Cuando buscamos que la otra persona no sólo entienda estas necesidades, sino también que las satisfaga como lo esperamos, debemos prepararnos para una desilusión. Es muy difícil que nuestra pareja pueda satisfacer todas nuestras necesidades relacionales y personales, y el poner sobre ella esta carga es demasiado. Es aquí donde he visto que mi relación con Dios me ayuda de una manera muy real y práctica.

Paréntesis: Por lo general, en mi experiencia, cuando menciono a Dios la respuesta tiende a ser que Él no tiene nada que ver con estas cosas. Que está bien que hablemos de El cuándo el tema sea religión, pero que no le traiga a colación en este tipo de temas. Sin embargo, en mi vida y la de muchos otros, he visto cómo un entendimiento correcto de quién es Dios, y Su relevancia práctica a nuestra vida diaria, ayuda a disfrutar nuestras relaciones más plenamente. Fin del paréntesis.

Es normal que, como personas, tengamos ciertas necesidades relacionales. Así fuimos creados. De hecho, nuestra razón de ser tiene que ver con las relaciones que tenemos con Dios mismo y con los demás. Los problemas surgen porque no somos seres perfectos, y de una manera u otra lastimamos a aquellos con quienes nos relacionamos. De hecho, son aquellos más cercanos a nosotros, a quienes más queremos, que podemos lastimar más. En este punto la relación sufre, y no se restaura hasta que la persona hiriente pide perdón y la persona herida perdona. Una vez que hay perdón, las personas vuelven a disfrutar su cariño y la relación puede continuar desarrollándose.

Nuestra relación con Dios es similar. De una manera u otra, ya sea activamente negándonos a aceptar sus deseos para nosotros, o ignorándole, hemos "lastimado" a Dios. Todos lo hemos hecho, de una medida u otra, en alguna ocasión. Esto ha causado que no podamos disfrutar de la relación con El para la que fuimos creados. Y no podremos experimentarla hasta recibir el perdón que Él quiere darnos en cuanto se lo pidamos.

Una vez que disfrutamos esta relación en que Dios es nuestro Padre y nosotros verdaderamente somos sus hijos, muchas de las necesidades que tenemos como personas serán satisfechas por El. Al no demandar la satisfacción de estas necesidades por parte de aquellos con quienes nos relacionamos, somos libres de poder disfrutar más a la otra persona.

En mi vida esto fue muy significativo en cuanto a mi necesidad de ser aceptado. Por mucho tiempo yo sentí que, principalmente debido a mi apariencia física, ninguna mujer podría llegar a amarme. Esto me hacía sentirme rechazado y a tener una autoimagen muy baja. El pensar que yo no valía mucho se reflejaba en mis acciones, y naturalmente alejaba a las personas. Cuando conocía a una mujer, estaba tan ansioso de ser amado y aceptado que inmediatamente tenía expectativas muy altas de ella, en cuanto a que me entusiasmaba la posibilidad de que esta chica sería quién me hiciera feliz. De alguna manera ella se daba cuenta de mi ansiedad y expectativas, por mucho que quisiera ocultarlas, se sentía incómoda conmigo, y prefería tratarme a distancia.

Cuando entendí que Dios no sólo me ama y acepta tal como soy, sino que está dispuesto a hacer lo que sea para que yo pueda disfrutar de una relación personal e íntima con El (como lo demostró al hacerse hombre y morir en la cruz), mi apreciación de mí mismo creció enormemente. Si Dios, quien todo lo sabe, piensa que yo soy digno de ser su hijo, que soy una persona con quien Él quiere relacionarse, yo debo ser alguien especial. Al verme de esta manera, dejé de tener la expectativa de que otros me hicieran sentir amado y aceptado, porque sabía que Dios ya lo hacía. Al liberar a mis conocidos, y conocidas, de esta responsabilidad tan grande pudimos disfrutar más nuestra amistad. Y en estas amistades se reafirmó que soy amado y aceptado. Eventualmente, cierta señorita empezó a amarme y aceptarme más que los demás. Hoy llevamos ocho años y medio de casados...

Hay dos cosas muy importantes que quisiera enfatizar al considerar nuestras relaciones. La primera es que debemos estar conscientes, y ser cuidadosos, de las expectativas que tenemos acerca de las personas con las que nos relacionamos. Por muy naturales que sean nuestras necesidades como personas, no debemos esperar que una sola persona las satisfaga. He encontrado que, más bien, cuando alcanzamos la relación con Dios para la cual Él nos creó, muchas de estas necesidades son satisfechas y somos libres de disfrutar más nuestras relaciones.

La segunda es que los hombres y las mujeres son diferentes. Entender esto nos ayuda a no esperar que nuestra pareja, o amistad del sexo opuesto, responda a nosotros o a las situaciones que vivimos como nosotros lo haríamos. Al comprender y aceptar estas diferencias la otra persona se sentirá verdaderamente amada y valorada como persona. Así mismo, podemos apreciar y aprovechar estas diferencias para complementarnos. Si, como hombre, me cuesta trabajo tomar en cuenta a las personas al resolver un problema, mi pareja puede ayudarme a no ser insensible hacia quienes trabajan conmigo, por ejemplo.

Te animo a que te vuelvas un estudiante del sexo opuesto. Que aprendas cómo son diferentes los hombres y las mujeres. Y que al conocer más sobre estas diferencias, sepas llevar mejor estas relaciones. Como resultado, mi deseo es que llegues a disfrutar al máximo de tus relaciones, con tus amistades, personas del sexo opuesto, tu pareja, y con Dios.

 

¿Hay un Dios?

¿Existe Dios? ¿Hay pruebas? El siguiente artículo ofrece razones honestas y directas para creer en la existencia de Dios...

Por Marilyn Adamson.

¿No te gustaría que alguien te mostrase -de una manera simple- la evidencia de la existencia de Dios? Sin forzar ni frases como "solo tienes que creer". Bien, aquí presentaremos honestamente algunas de las razones que sostienen que Dios existe.

Pero, primero consideremos esto. Si una persona se opone aun a la posibilidad que haya un Dios, podría cuestionar o descartar cualquier evidencia. Para quien rehúsa creer que el hombre ha caminado en la luna, no hay información que cambie su manera de pensar. Las filmaciones de los astronautas caminando en la luna, las entrevistas a estos astronautas, las rocas lunares... todas las evidencias no tendrían ningún valor porque esta persona ya ha determinado y concluido que el hombre no puede ir a la luna.

Cuando se refiere a la existencia de Dios, la Biblia dice que hay personas que han visto suficiente evidencia, pero que ellos han suprimido la verdad acerca de Dios.1 En cambio, para aquellos que quieren saber si Dios está allí, Él dice, "Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón".2 Antes de ver los hechos que manifiestan la existencia de Dios, pregúntate, "¿Si Dios existe, quisiera conocerlo?" Aquí entonces, están algunas razones a considerar...

1. ¿Dios existe? La complejidad de nuestro planeta apunta a un Diseñador quien deliberadamente no sólo creó nuestro Universo sino que lo sustenta hoy en día.

Muchísimos ejemplos de diseño de un Dios podrían ser dados -posiblemente un sin fin. Aquí, unos pocos:

La Tierra...su tamaño es perfecto. El tamaño de la Tierra y su respectiva gravedad contienen una capa delgada compuesta en mayoría de nitrógeno y oxígeno que se extiende a 80 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Si la Tierra fuese más pequeña, sería imposible que tuviese atmósfera, como es el caso del planeta Mercurio. Si la Tierra fuera más grande, su atmósfera contendría hidrógeno libre, como Júpiter.3

La Tierra es el único planeta conocido equipado con una atmósfera compuesta por una mezcla adecuada de gases que dan sustento a las plantas, animales y seres humanos.

La Tierra está ubicada a la distancia adecuada del sol. Considere que las temperaturas que tenemos, aproximadamente varían desde -35º C a 50º C. Si la Tierra estuviese un poco más lejos del sol, todos nos congelaríamos. Si estuviese un poco más cerca, nos quemaríamos. Incluso una pequeña variación -una fracción- en la posición de la Tierra con respeto del sol haría imposible la vida sobre la Tierra. La Tierra permanece a una distancia perfecta del sol mientras rota alrededor de él a una velocidad cerca de 107.000 kilómetros por hora. Esta también rotando sobre su eje, permitiendo que la superficie entera de la Tierra sea perfectamente calentada y enfriada cada día.

Nuestra luna tiene el tamaño y la distancia de la Tierra perfectos para su atracción gravitacional. La Luna crea las mareas y los movimientos de los océanos de tal manera que sus aguas no se estanquen, y al mismo tiempo evita que estas mismas inunden los continentes.4

Agua... incolora, inodora y sin sabor, aun así, ningún ser viviente puede sobrevivir sin ella. Las plantas, los animales y los seres humanos están compuestos en su mayoría por agua (alrededor de dos tercios del cuerpo humano está compuesto por agua). Ahora veamos porque las características del agua son únicas y especiales para la vida:

Tiene los puntos de ebullición y de congelamiento inusualmente altos. El agua nos permite vivir en un ambiente de temperaturas cambiantes, mientras mantiene a nuestros cuerpos a una temperatura de 37º C.

El agua es un disolvente universal. Esta propiedad del agua permite que miles de químicos, minerales y nutrientes sean transportados a través de nuestros cuerpos y hacia los conductos sanguíneos más pequeños.5

El agua es también químicamente neutra. Sin afectar la composición de las substancias, el agua hace posible que la comida, medicinas y minerales sean absorbidos y usados por el cuerpo.

El agua tiene una única tensión superficial que permite que en las plantas pueda fluir hacia arriba a pesar de la gravedad, lo que lleva agua y nutrientes vitales hasta la copa de los árboles más altos.

El agua se congela de arriba hacia abajo, y flota de tal manera que los peces pueden sobrevivir en el invierno.

Noventa y siete por ciento del agua de la Tierra está en los océanos. Pero en nuestra Tierra, hay un sistema diseñado que remueve la sal del agua y luego la distribuye por todo el globo. La evaporación toma el agua de los océanos, deja la sal, y forma nubes que son fácilmente movidas por el viento para que dispersen agua sobre la tierra, para la vegetación, los animales y las personas. Es un sistema de purificación y abastecimiento que sustenta la vida del planeta, es un sistema de reciclar y reusar agua.6

2. ¿Dios existe? La complejidad del cerebro humano muestra una inteligencia superior tras él.

El cerebro humano... procesa simultáneamente una asombrosa cantidad de información. Tu cerebro capta todos los colores y objetos que ves, la temperatura a tu alrededor, la presión de tus pies sobre el piso, los sonidos a tu alrededor, lo seco de tu boca, hasta la textura de tu teclado. Tu cerebro registra y procesa todas tus emociones, pensamientos y memorias. Al mismo tiempo monitorea las funciones continuas de tu cuerpo como la respiración, el parpadeo, el hambre y el movimiento de los músculos en tus manos.

El cerebro humano procesa más de un millón de mensajes por segundo.7 Tu cerebro evalúa la importancia de todos estos datos, filtrando lo que relativamente no tiene importancia. Esta función de filtrado es lo que te permite enfocar y funcionar efectivamente en tu mundo. Un cerebro que procesa más de un millón de datos por segundo, mientras evalúa la importancia de ellos y te permite actuar de acuerdo a la información más relevante... ¿surgió como producto de la mera casualidad?

¿Fueron simplemente causas biológicas, las que formaron perfectamente el tejido adecuado, el flujo sanguíneo, las neuronas, y la estructura? El cerebro funciona de manera muy distinta que otros órganos. Hay inteligencia en él, la habilidad de razonar, generar sentimientos, de soñar y planear, de actuar, y relacionarse a otras personas. ¿Cómo uno explica el cerebro humano?

3. ¿Dios existe? La mera casualidad o "causas naturales" son explicaciones inadecuadas.

La alternativa a un Dios existente es que todo lo que existe alrededor de nosotros apareció por causa natural y al azar. Si alguien está jugando con dados, la probabilidad de lograr un par de seis es una cosa. Pero la probabilidad que el dado este en blanco, y aparezcan los puntos negros es completamente distinto. Lo que Pasteur intento probar siglos atrás, y la ciencia confirma, es que la vida no puede surgir de la no-vida. ¿De dónde vienen la vida humana, animal y vegetal?

Asimismo, las "causas naturales" son una explicación inadecuada para la cantidad de precisa información contenida en un DNA humano. Una persona que descarta a Dios queda con la conclusión que todo esto apareció sin causa, sin diseño, producto simplemente de la buena fortuna. Está queriendo intelectualmente observar un diseño intrincado, y lo atribuye a la suerte.

4. ¿Dios existe? Para afirmar con seguridad que no hay Dios, la persona tiene que ignorar la pasión de un vastísimo número de personas quienes están convencidos que hay Dios.

Esto no es decir que si suficientes personas creen algo, por tanto es cierto. La Ciencia, por ejemplo, ha descubierto nuevas verdades acerca del universo que prevalecen sobre conclusiones previas. Mientras la ciencia ha progresado, no hay descubrimiento científico que contradiga la probabilidad numérica de un Ser Inteligente existente detrás de todo esto. De hecho, mientras más la ciencia descubre acerca de la vida humana y el universo, más complejos y precisamente diseñados nos damos cuenta que lo son. En vez de apuntar afuera de Dios, la evidencia se acumula y orienta hacia una fuente Inteligente. Pero evidencia objetiva no lo es todo.

Hay un aspecto mucho más grande. A través de la historia, billones de personas en el mundo han atestiguado sus convicciones esenciales y firmes acerca de la existencia de Dios -alcanzadas desde su subjetiva y personal relación con Dios. Millones podrían dar cuenta detallada de su experiencia con Dios. Ellos nos hablarían de sus oraciones atendidas y las asombrosas maneras en que Dios satisfizo sus necesidades, y los guio a través de importantes decisiones personales. Ellos ofrecerían, no solo una descripción de sus creencias, sino reportes detallados de las acciones de Dios en sus vidas. Muchos están seguros que un Dios amoroso existe y les ha mostrado ser fiel. Si tú eres un escéptico, puedes decir con seguridad: "Yo estoy absolutamente en lo cierto y todos ellos están equivocados acerca de Dios".

5. ¿Dios existe? Sabemos que Dios existe porque nos busca. Él está constantemente iniciando el buscarnos para ir a su encuentro.

Yo fui atea en un tiempo. Y como muchos ateos, el tema de gente creyendo en Dios me molestaba grandemente. ¿Que hace que los ateos pasemos tanto tiempo, atención y energía refutando algo que nosotros no creemos que aún existe? ¿Qué nos motiva a hacer eso? Cuando era atea, atribuí mis intenciones al verdadero interés por aquellas pobres y desilusionadas personas... a ayudarles a entender que su esperanza era completamente infundada. Para ser honesta, también tenía otro motivo. Mientras cuestionaba a aquellos que creen en Dios, estaba profundamente curiosa por ver si ellos podían convencerme. Parte de mi búsqueda era liberarme del tema de Dios. Si yo podía probar definitivamente a los creyentes que estaban equivocados, entonces el tema quedaba fuera de discusión y estaría libre para continuar mi vida.

No me di cuenta que la razón del porqué el tema de Dios pesaba tanto en mi mente, era porque Dios lo estaba apremiando. He llegado a averiguar que Dios quiere ser conocido. Nos ha creado con la intención que lo conozcamos. Nos ha rodeado de evidencias acerca de Él, y mantiene el tema de su existencia directamente ante nosotros. Era como si yo no podía escapar de pensar acerca de la posibilidad de la existencia de Dios. De hecho, el día que yo escogí aceptar la existencia de Dios, mi oración comenzó con "OK, tu ganas..." Podría ser que la razón subyacente que a los ateos les moleste los creyentes en Dios es porque Dios esta activamente buscándolos.

No soy la única quien ha experimentado esto. Malcolm Muggeridge, autor socialista y filosófico, escribió, "Tenia la noción que de alguna manera, además de estar buscando, yo estaba siendo buscado". Clive S. Lewis dijo recordar "...noche tras noche, sentía que cuando mi mente dejaba por un segundo mi trabajo, un continuo e inexorable acercamiento de Él, a quien yo tan intensamente deseaba no conocer. Yo me rendí, y admitiendo que Dios era Dios, me arrodille y recé: quizás, esa noche, fui el converso más abatido y reacio de todo Inglaterra".

Lewis procedió a escribir un libro titulado "Sorprendido de Alegría" como un resultado de conocer a Dios.

Yo tampoco no tenía más expectativas que el correctamente admitir la existencia de Dios. Pero en los siguientes meses, quedé asombrada de su amor por mí.

6. ¿Dios existe? A diferencia de cualquier otra revelación de Dios, Jesucristo es la imagen más clara, más específica de un Dios buscándonos.

¿Por qué Jesús? Mira a través de las principales religiones del Mundo, y encontrarás que Buda, Mahoma, Confucio y Moisés, todos ellos, se auto identifican como maestros o profetas. Ninguno de ellos jamás reivindicó ser igual a Dios. Sorprendentemente, Jesús lo hizo. Eso es lo que separa a Jesús de todos los demás. Él dijo, Dios existe y tú lo estas mirando a Él. Aunque El habló de su Padre en el Cielo, no fue desde la posición de separación, sino de estrecha unión. Jesús dijo que cualquiera quien lo viese, había visto el Padre, cualquiera quien creyese en El, creía en El Padre.

Él dijo, "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida".8 Él reivindicó tener atributos que sólo pertenecen a un Dios: poder perdonar los pecados de la gente, liberarlos de los hábitos del pecado, dar una vida más abundante y darles vida eterna en el Cielo. A diferencia de otros maestros que hacían enfocar a la gente en sus palabras, Jesús dirigía a la gente a sí mismo. Él no solo dijo, "sigan mis palabras y encontrarán la verdad". Él dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino a través de Mí".9

¿Qué pruebas dio Jesús de Su divinidad? Él hizo lo que la gente no puede hacer. Jesús hizo milagros. Sanó gente... ciegos, paralíticos, sordos, incluso resucitó a un par de personas de la muerte. Él tenía poder sobre los objetos... sacó comida de la nada, suficiente para alimentar a miles de personas. Él hizo milagros en la naturaleza... caminó sobre un lago, ordenó detenerse a una fuerte tormenta para ayudar a sus amigos. Gente por todas partes seguía a Jesús porque Él constantemente satisfacía sus necesidades, haciendo lo milagroso. Él dijo, "Si ustedes no quieren creer lo que les estoy diciendo, deberían al menos creer en mí por los milagros que están viendo".10

Jesucristo nos mostró a un Dios tierno, amoroso, consciente de nuestro egoísmo y limitaciones, aun así deseando profundamente una relación íntima con nosotros. Jesús revela que aunque Dios nos ve como pecadores, y merecedores de su castigo, su Amor por nosotros prevaleció, y creó un plan diferente. Jesucristo -un Dios también- tomó la forma de un Hombre y aceptó el castigo por nuestros pecados, en nuestra representación. ¿Suena absurdo? Quizás, pero muchos padres amorosos cambiarían de lugar con sus hijos enfermos en una sala de cáncer si ellos pudiesen. La Biblia dice que la razón para que amemos a Dios es porque Él nos amó primero.

Jesús murió en nuestro lugar para que nosotros seamos perdonados. De todas las religiones conocidas por la humanidad, sólo a través de Jesús verás a un Dios acercándose hacia la humanidad, brindándonos una manera de tener una relación con El. Jesús nos prueba un corazón divino de amor, satisfaciendo nuestras necesidades, acercándonos a Él. Debido a la muerte y resurrección de Jesús, Él nos ofrece una nueva vida hoy. Nosotros podemos ser perdonados, completamente aceptados por Dios y genuinamente aceptados por Dios. Él dice "Te he amado con un amor sin fin, por tanto he mantenido mi Fe en ti"11. Ese es Dios, en acción.

¿Dios existe? Si tú quieres saber, investiga a Jesucristo. Se nos ha dicho "Dios amó tanto el mundo que dic a su único Hijo, que quienquiera que crea en El no perecerá sino que tendrá vida eterna".12

Dios no nos fuerza a creer en El, aunque pudiera. En vez de eso, Él nos ha provisto de suficiente prueba de su existencia para que nosotros voluntaria y gustosamente le respondamos. La perfecta distancia de la Tierra al Sol, las únicas propiedades químicas del agua, el cerebro humano, el DNA, el número de personas que atestiguan conocer a Dios, el ansia en nuestros corazones y mentes por determinar si Dios está allí, el enorme deseo de Dios de ser conocido a través de Jesucristo. Si necesitas saber más acerca de Jesús y razones para creer en El, por favor ve: Más allá de la Fe Ciega.

Si quieres iniciar una relación con Dios ahora, tú puedes.

Esa es tu decisión, no hay coerción acá. Pero si tú quieres ser perdonado por Dios y alcanzar una relación con El, puedes empezar ya mismo pidiéndole te perdone y venga a tu vida. Jesús dijo, "Mira, estoy en la puerta [de tu corazón] y tocándola. Quien escuche mi voz y abra la puerta, yo vendré hacia él [o ella]."13

Si tú quieres hacerlo, pero no estás seguro como ponerlo en palabras, esto puede ayudar: "Jesús, gracias por morir por mis pecados. Tú conoces mi vida y que necesito ser perdonado. Te pido perdonarme ya mismo y venir hacia mi vida. Quiero conocerte realmente. Ven a mi vida ahora. Te agradezco que quieras tener una relación conmigo. Amen".

Dios ve tu relación con El cómo permanente. Refiriéndose a todos aquellos quienes creen en El, Jesucristo dijo de nosotros, "Los conozco, y ellos me siguen, y les doy vida eterna, ellos nunca perecerán, y nadie los sacara de mi mano".14

Entonces, ¿Dios existe? Mirando todos estos hechos, uno puede concluir que un amoroso Dios existe y puede ser conocido en una manera personal e íntima. Si tú necesitas más información acerca de la divinidad de Jesús, o de la existencia de Dios, o si tú tienes preguntas importantes similares, por favor contáctanos por correo electrónico.

Acerca del Autor: Siendo atea, Marilyn Adamson encontró difícil refutar como continuamente Dios atendía las oraciones de su íntima amiga. En el cuestionar las creencias de esa amiga, Marilyn se asombraba al conocer la inmensa cantidad de evidencia objetiva que apunta a la existencia de Dios. Después de un año de persistente cuestionamiento, ella respondió el ofrecimiento de Dios de venir a su vida y ha encontrado su fe en El ser constantemente fortalecida y grandemente recompensada.

(1) Romanos 1:19-21;
(2) Jeremías 29:13-14;
(3) R.E.D. Clark, Creation (La Creación) London: Tyndale Press, 1946, p. 20;
(4-7) The Wonders of God's Creation, (Las Maravillas de la Creación de Dios) Moody Institute of Science, Chicago, IL;
(8) San Juan 8:12;
(9) San Juan 14:6;
(10) San Juan 14:11;
(11) Jeremías 31:3;
(12) San Juan 3:16;
(13) Apocalipsis 3:20;
(14) San Juan 10:27-29

 

 

LA ALEGRIA DE UNA VIDA SENCILLA

En una socie d ad ha m bri e nt a d e p os ee r co sa s, h oy y si e m p re – n o es fá c i l p ara e l crist i ano “est a r cont e...