lunes, 6 de septiembre de 2010

MISIONES: CUANDO EL SERVICIO A DIOS IMPLICA TODO

Adoniram Judson (1788-1850) misionero a Birmania (hoy Myanmar). Pequeña biografía de un hombre que dejó huella en la historia.
Al padre de Adoniram Judson, un ministro de Dios en Massachusetts, EE.UU., le esperaba una sorpresa en su casa. Su esposa abrió una Biblia y se la dio a su hijo Adoniram de tres años de edad. ¡Su padre escuchó con asombro cuando el chico leyó un capítulo entero de La Biblia! Cuando Adoniram tenía cuatro años comenzó a imitar a su padre predicando a los niños del vecindario. Era altamente enérgico y entusiasta en cada cosa que hacía. Cuando creció, decidió que solo había dos mundos en los cuales una persona podía vivir: “Uno breve, estrecho, finito; y otro, en el futuro, eterno, ilimitado, infinito”. Pero no fue hasta el año 1808, a la edad de veinte años, que Adoniram experimentó el nuevo nacimiento. Desde aquel día su única ambición fue complacer a Dios.
Hasta 1807 y hasta donde Judson tenía conocimiento, ningún misionero había salido de los EE. UU., y no existía ninguna organización que apoyara las misiones al extranjero. No fue hasta mucho tiempo más tarde de aquella preocupación de Judson por la falta de actividad misionera de los demás, que otros comenzaron a involucrarse. Finalmente, hubo cuatro nombres que fueron escritos con sus firmas en un “memorial” que declaraba: “Los abajo firmantes, sintiendo que por su juventud e inexperiencia deben apoyarse en los padres de la iglesia, solicitan respetuosamente su consejo, dirección y oraciones”.
Adoniram conoció y se enamoró de Nancy Hasseltine. Antes de casarse en 1812, la pareja hizo un viaje a Inglaterra y Francia para tener una consulta con la Sociedad Misionera de Londres. Al regresar a los EE. UU. La pareja se casó. Adoniram fue ordenado, y zarparon inmediatamente hacia la India.
Cuando llegaron a Birmania vislumbró un precioso atardecer y se puso eufórico al contemplar la belleza de la naturaleza de ese país. La pareja no pudo entrar a la India, su destino original, y a través de una complicada ruta finalmente llegaron a Birmania en 1813. La travesía había sido larga y difícil. Nancy, de veintiún años de edad, casi pierde la vida debido al nacimiento prematuro de su primer bebé, quien murió mientras estaban en alta mar.
En la ciudad de Rangún hicieron arreglos muy sencillos para su vivienda, y rápidamente empezaron a aprender el idioma birmano. El primer profesor de Judson le jugó una broma pesada: le hizo aprender palabras obscenas diciéndole que eran palabras comunes. De esta manera el trabajo original de traducción de La Biblia hizo que las enseñanzas sobre Jesús fueran ridiculizadas.
Meses de trabajo tuvieron que emplearse para volver a hacer la traducción. El propio vocabulario de Adoniram tuvo que ser corregido. Sin embargo, debe hacerse notar aquí que años después Judson escribió la gramática birmana, tradujo La Biblia completa y les entregó a los birmanos un diccionario del inglés a su idioma.
Por el año 1820 la salud de Nancy fue quebrantada y viajó sola a los EE. UU. Para conseguir ayuda. Durante ese tiempo Adoniram se trasladó hacia el norte, a la ciudad entonces capital llamada Ava, lo cual le llevó varias semanas de viaje. Nancy se unió a él cuando regresó a Birmania en 1824.
Ese año la guerra estalló entre Birmania e Inglaterra, y todos los extranjeros fueron considerados como sospechosos de ser espías. Adoniram fue arrestado y confinado a una prisión mugrienta e infestada de insectos, ratas y cucarachas, para esperar allí su ejecución. Sus tobillos estaban encadenados y durante la noche eran levantados y amarrados a un palo que colgaba del techo. Finalmente, después de un año y medio en prisión, fue puesto en libertad para que ayudara en las negociaciones entre los birmanos y los ingleses. Para este tiempo ya los Judson habían pasado trece años en Birmania y Adoniram había sufrido torturas físicas indescriptibles; sin embargo, a pesar de su pena y dolor la pequeña iglesia allí fue finalmente establecida.
Después, Nancy y la segunda hija de los Judson, llamada María, murieron; dejaron a Adoniram sufriendo años de depresión y soledad. Posteriormente se casó con la viuda de un misionero, Sara Boardman, en 1834, pero ella también murió ocho años más tarde. Adoniram regresó a los EE. UU. En 1845 después de una ausencia de treinta y tres años. Ahí conoció a Emily Chubbuck, una escritora, con quien se unió en matrimonio. Ellos se embarcaron hacia el Oriente en 1846.
En 1849 el Sr. Judson se enfermó y su familia temió por su vida. El doctor ordenó que regresara por mar, y el pasaje fue reservado por él mismo. Dos personas estuvieron cuidándolo durante la travesía, pero su salud empeoró y finalmente murió y fue sepultado en el mar, en 1850.
Oremos para que Dios levante más gente joven, con una determinación como la de Adoniram Judson para alcanzar a los no alcanzados para Cristo. Oremos para que el Señor les dé mucha entereza a los misioneros transculturales de hoy. 

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